EPÍLOGO

82 12 2
                                    

3 meses después

POV LOUIS

Había llegado el momento.

Estaba listo para hablar, estaba listo para descubrir de una vez por todas la verdad.

Había superado ese miedo que tenía por saber porqué pasó lo que pasó, antes sentía que me estaba ahogando debido al temor y a la inseguridad, pero de repente aquella ventana que permanecía cerrada dentro de mí se abrió, inundando todo mi alrededor, me ahogué en la oscuridad, pero lo bueno de la penumbra es que después de ella viene la luz del día, la mañana, que trajo consigo un sentimiento de paz. Entonces aquella sala totalmente inundada se secó completamente haciendo que yo pudiera respirar de nuevo, sintiéndome limpio.

Harry me dijo que esperaría lo que hiciese falta, que me esperaría.

Tenía que pensar. Mucho.

¿Debería llamarlo? Quizá tendría que acudir a su casa, ¿presentarme allí de improviso?

No sé si me encantaba la idea, quería que todo saliese bien.

Como en cualquier situación en la cual no me decidía lo que era correcto (o más bien no sabía ni por dónde empezar) hice lo que más me relajaba en situaciones como esas.

Cogí las llaves del coche, y me dispuse a ir a cualquier sitio.

Entonces recordé el sitio al que solía frecuentar con Harry, aquel bonito terreno lleno de girasoles.

Quería ir allí, necesitaba respirar de ese aire natural tan puro.

Allí los recuerdos, (nuestros recuerdos) permanecían en cada rincón, en cada flor, en cada soplo de aire fresco, en cada mariposa que volaba por aquel campo.

Conducía por las carreteras desiertas hasta el lugar, nadie frecuentaba a menudo por allí, con suerte estaría solo.

Apreté el volante y me permití aumentar un poco la velocidad, mientras en la radio sonaba "Yellow" de Coldplay.

Me concentré en el camino, y me extrañé al ver un coche unos metros más adelante, pero no le tomé mucha importancia.

Entonces vi como aquel vehículo paraba cerca del terreno, y en ese momento ya no sabía si era demasiada casualidad o una jugada del destino, pero juraba que la persona que estaba dentro del vehículo se parecía demasiado a Harry.

Estacioné y me bajé del coche, quedándome perplejo observando a Harry delante del suyo propio, lo había cambiado, era bastante bonito.

Él también se quedó mirándome unos segundos, pero avanzó antes que yo, lentamente se acercó a mí, hasta que quedamos cara a cara.

-Hola...-Me miró confundido, sin saber muy bien que estaba pasando.

-Hola, que casualidad, ¿verdad? -Intenté romper un poco el hielo.

-Si... Una muy bonita casualidad.

Noté como mi corazón se saltaba un latido.

Sonreí y miré los hoyuelos de Harry, quería saltar hacia él, llenarlo de besos, decirle cuánto le quería y cuánto lo había extrañado, quería hacer tantas cosas que sentía que me faltaba tiempo.

Pero primero teníamos que hablar.

-Estoy listo para hablar.

Noté como se sorprendió, pero una fina sonrisa zarpó en sus labios, sin llegar a las orejas, pero aún así sincera.

-Vamos a sentarnos, es algo largo.

Lo seguí hasta un lugar que conocía demasiado bien, lleno de aquellas flores amarillas tan fascinantes.

Nos sentamos, y empezó a hablar mientras me miraba a los ojos, abriéndose enteramente a mí, de una forma vulnerable que nunca antes había conocido en él.

Fueron 2 horas enteras, en las cuales lloramos, sobre todo lloramos, pero también nos arrepentimos, me enfadé con las circunstancias, con las personas que habían provocado aquella angustia en Harry durante tanto tiempo, habían abusado de su confianza, y le habían chantajeado de todas las maneras posibles, me frustré por no haber podido hacer nada en aquel momento, nos abrazamos, nos quedamos mirando un largo rato, pero lo más importante de todo es que nos perdonamos. Porque, sí, tal vez hubo una falta de comunicación, tal vez tuvimos miedo, pero nos juramos que aquello no volvería a suceder. A pesar de todo, yo nunca había dejado de querer a Harry, y él nunca había dejado de quererme a mí. Íbamos a trabajar para fortalecernos, para ser mejores en el futuro, en un futuro compartido, en el que íbamos cogidos de la mano.

Acaricié su mandíbula y él cedió ante el tacto.

-Tengo ganas de que Jacob y Jeffrey paguen por todo lo que han hecho.

Me tomó de las manos.

-Louis, te juro que pagarán por ello, tengo en mente denunciarlos.

Apreté ligeramente sus manos.

-Harry, podrías perderlo todo.

-No, porque te tengo a ti, lo demás me da igual, no me importa, ya no.

No me pude resistir más, y lo besé.

Nos quedamos mirando frente a frente.

-Quiero empezar a vivir de verdad, sin miedo.

-Eres muy valiente, Harry.

-Tu también, Louis. 

Sonreímos, y juro que vi mi futuro en sus ojos.

La luz del día resplandecía sobre nosotros, era dorada, en ella nos adentramos y salimos como personas diferentes, como mejores personas.

Me levanté y me quedé mirándolo brevemente, le extendí la mano y le ayudé a que se levantara.

Le pasé un brazo alrededor.

-Vamos.

Me miró y me besó la mejilla.

-Vayamos a casa.

Le miré y algo dentro de mí se derritió.

-Creo que ya estoy en casa.

Apoyó su cabeza sobre mí y caminamos hacia los coches.









Espero que os haya gustado :)

Paula xxxxx

A STAR IS BORNUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum