₊ ⊹ ᶻz !! ʀᴏᴍᴀɴᴄᴇ ᴘᴇᴄᴜʟɪᴀʀ !! ␥

Capítulo ocho

advertencia: pelofilia and tentacle rape

─────̥˚᳝᳝𖥻 romance peculiar

Dos años después...

Jeongin fue creciendo para terminar siendo un chico de dieciocho años, un muchacho bastante atractivo, pero había un problema creció en un pueblo juntó a Sana, quién le enseñó bastante cosas en la vida, incluyendo los sentimientos, el ya no era más un niño, era un adolescente que ayudaba a los enfermos cómo lo hacía su Noona.

Obtuvo dos grandes amigos: Lee Felix y Kim Seungmin, ellos se hicieron sus amigos en el pueblo, dónde pasaba casualmente por ahí para hacer su trabajo.

Aprendió bastante acerca de su naturaleza cómo un omega, también algunas otras cosas de su cuerpo, sabía que su peculiaridad no era bien vista en el pueblo qué trabajaba. Muchos alfas incluyendo betas se la pasaban cortejando al jóven quién amablemente rechazaba.

Su corazón tenía un sólo dueño, quién nunca más volvió a verlo, un año atrás dispuso el valor para volver aquella choza para poder aclarar con su mayor sobre su ignorante decisión, sin importar lo qué hubiera sentido pero resulta que al llegar, Hyunjin ya no estaba, todo quedó vacío.

Nadie sabía dónde estaba solamente había dos personas que si sabían de dónde podría encontrarse y esa eran las hermanas vampiras pero ellas la pasaban en Transilvania que en Corea, por esa razón decidió mejor ignorar aquello.

Aunque una parte suya surgía que buscará al mayor, estaba tan acostumbrado a su presencia que al no estar con él, se notaba, descubrió que todo lo que dijo Sana era verdad, que su omega había eligido a su mayor como su alfa, pero el miedo de aquello provocó a que su edad corta, se fuera de la casa.

Miedo, miedo a una relación, miedo a que su mayor y el no tuvieran la misma relación que solían tener ambos.

-​¡Jeongin!-​ el menor volteó a ver a Sana quién tenía unas cosas en sus manos. -​Al fin te encuentro, necesito que le lleves éstos medicamentos a una persona que vive en el profundo del bosque. Chan me pidió de favor que ayudará con un amigo, también necesitará ayuda tuya.

-​¿Ayuda?-​ preguntó el jóven recibiendo los medicamentos. Sana asintió para ver a su menor. -​¿Ayuda, en qué? Noona.

-​Así es, tiene unas heridas en su brazo por lo que necesito que lo cures, así que llevar todo lo que necesites-​ ellá volteó para ver por su espalda al menor. -​Debo regresar al trabajo, estos pacientes no se van a atender solos, nos vemos en la noche cariño.

Sin más la japonesa regresó ayudar a una pareja quiénes estaban mal heridos, el menor suspiró para caminar fuera del hospital que había en el pueblo, viendo el cielo que estaba hermoso, caminó hacía su casa dónde ingresó para buscar sus cosas que solía llevar cuando iba a la casa de algún paciente.

Al ver que todo estaba en su lugar, cosas que necesitaba y los medicamentos que su mayor le dió, estaba listo, se puso su mochila de cuero e caminó hacía afuera para cerrar la casa detrás suyo, caminando hacía el bosque dónde ingresó sin problemas.

Todos los animales estaban tranquilos con las sobras que daba los árboles, sonrió para ver como la hoja que su Noona le dió junto a los medicamentos explicaba dónde quedaba la casa de su paciente, no era lejos, según decía era cerca de un largó y lo encontró sin problemas.

Caminó hacía la casa dónde estaba bien cuidado, tenía sus cultivos afuera y algunos animales caminando mientras comían algunos de sus alimentos, sonrió para correr hacía las escaleras para terminar tocando la puerta.

La puerta se abrió dejando ver a un hombre, el menor sonrió con mucha dulzura era normal que el saludará así a sus pacientes, casualmente su trabajo era ayudar a los heridos, enfermos, niños e ancianos y por supuesto omegas que se estaban transformando, también embarazadas.

-​Buenas tardes, vengó de parte de Sana, quién me mandó a atender sus heridas y traerle sus antibióticos, mi nombre es Jeongin-​ sonrió el jóven viendo al mayor.

El menor juraba que el chico era hermoso, parecía a alguien pero no estaba seguro por lo que lo ignoró, viendo cómo tenía la mirada de un gatuno, estaba bastante nervioso, porque en el no veía ninguna herida e temía haberse equivocado de casa.

-​Oh, estupendo, pero no soy yo el herido, es mi hermano, si gustas pasá, esta limpiándose-​ informó el hombre para ver al joven asentir.

-​Muchas gracias-​ entró a la casa, vió como la puerta era cerrada detrás suyo, para caminar hacía los sillones que habían dónde se sentaron esperando al paciente terminará de limpiarse.

-​Mi nombre es Minho, Lee Minho-​ saludó con la mano al joven quién asintió para corresponder la mano.

-​Mucho gustó...

-​Mi pareja vendrá en cualquier momento, además que esta esperando un cachorro por lo que tengo que buscar unas bayas del bosque ¿Te molesta si te dejó solo?-​ Jeongin negó con la cabeza para verlo levantarse e irse, pero antes de irse. -​¡Por cierto, mi hermano, saldrá en cualquier momento, no tardó nada!

Asintió para verlo desaparecer por la puerta, suspiro cansado mirando las paredes todo el lugar era hermoso, eran maderas e muebles con maderas, todo estaba hermoso. La puerta se escuchó abrí para ver como un hombre salía con el cabello mojado, mientras caminaba hacía la cocina, para luego ver al joven quién estaba sentado.

-​¿Tú quién eres?-​ el menor abrió sus ojos sorprendido, no por aquella pregunta, sino por su voz.

Sentía su corazón late fuertemente, su lobo saltana felizmente en su interior, sus piernas temblaban del miedo e nervios, por lo que sonrió para levantarse.

-​Soy su enfermero, vengo para curar su herida e trae sus antibióticos, que necesitaría usted, por cierto soy Jeongin.

El hombre abrió sus ojos mirándolo de arriba para abajo volviendolo a ver.

-​¿Jeongin? ¿El que vive con Sana?-​ asintió el menor con una sonrisa. -​¿Eres vos?

-​Hola, Hyunjin Hyung...

-​Hola, Jeongin...

Dos almas que se encontraron nuevamente, Jeongin estaba tan feliz pero a la vez asustado.

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¡Alguien más gritó!