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Martina estaba atenta al partido, siendo acompañada por los demás periodistas, quienes esperaban a que llegara el momento de las entrevistas. Podía escuchar los acentos británicos yendo de aquí y por allá, y siempre había creído que tenían cierta elegancia. La periodista había aprendido a hablar inglés desde muy chica y sabía que nunca jamás iba a lograr ese tipo de acento, aunque tuviera un montón de clases. Aun así, también le gustaba que cuando estuviera enojada o emocional su acento se volviera cada vez más latino y que de vez en cuando, soltara algunos insultos argentinos.
No era como si se dedicaba a insultar a las personas que le caían mal, bueno, había alguien al que había insultado múltiple de veces. Cristian Romero sacaba lo peor de ella misma. Era un jugador excelente del Tottenham, alguien al que admiraba dentro de la cancha, pero detestaba fuera de ella. Lo había conocido al principio de la temporada, cuando consiguió trabajo como periodista deportiva para una cadena de televisión reconocida en Inglaterra. Había sido genial, una propuesta que no tardó en aceptar y que, a pesar de la distancia de su familia y los problemas, nunca se iba a arrepentir. El primer día que conoció a Cristian, también conocido como Cuti, fue el mismo día en que recordó la frase "nunca conozcas a tus ídolos." La miró de arriba a abajo, le dio una sonrisa y siguió caminando, mientras la ignoraba por completo.
Dos veces había tenido la oportunidad de hacerle unas preguntas frente a la cámara y las dos veces habían sido eternas. Él la había mirado de una forma en la que se sentía analizada, como si estuviera viendo cada detalle de su rostro. Había respondido las preguntas del partido con muy pocas ganas y se había distraído con todo a su alrededor. Mientras que con los demás, actuaba totalmente profesional. Luego, cada vez que ella estaba ahí para verlos pasar y hablar con ellos, él la ignoraba por completo y decidía hablar con los demás. Martina había decidido pagarle con la misma moneda, decidiendo entrevistar a otros jugadores que no tenían ningún problema en acercarse a ella.
Tottenham estaba jugando contra Brighton, y hasta el momento, la victoria la había tenido el primer equipo. Harry Kane había metido el primer gol en el primer tiempo, en el minuto veintidós. Una vez que el partido terminó, con el Tottenham ganando por el único gol, Martina comenzó a acercarse a la zona en donde hacían las entrevistas. Vio pasar primero a los jugadores del Brighton y divisó una cara reconocida. Alexis Mac Allister no dudó en sonreírle y acercarse a ella.
Martina recordó hablarle en inglés.— Hola, Alexis, ¿Tenés unas palabras para hablar del partido?
—Fue uno complicado, creo que todos dimos lo mejor de nosotros y a pesar del resultado, no siento que hayamos hecho las cosas mal hoy.
—Vinieron de un empate con el Liverpool, ¿Sienten que deberían cambiar de forma de jugar o estrategias para los próximos partidos? ¿Sentís que hay algo que podés cambiar?— ella estaba contenta de cruzarse con el jugador argentino, Alexis siempre se había comportado demasiado copado cada vez que lo entrevistaba. Además, ella era mejor amiga de Camila, la novia del jugador del Brighton, así que se veían bastante seguido.
