≪𝐎𝐧𝑙𝑦 𝐄𝑣𝐚𝐧 𝐏𝑒𝒕𝒆𝒓𝒔≫. . . ⬇︎

Max Cooperman

☕︎︎Advertencia: Pequeño smut.
☕︎︎Personaje: Max Cooperman.
☕︎︎Título: "Quiero que me des tu atención".

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En la tarde fresca del día jueves catorce de agosto, del dos mil once. Te encontrabas tú, dentro de una de las tantas habitaciones, o lo que parecían ser "departamentos".

Específicamente estábas dentro de la habitación número quince, habitación la cual pertenecía a un joven chico, de nombre Max Cooperman.

Para tu suerte, eras una gran amiga, o se podría decir que, hasta casi algo más, o por lo menos un intento, un intento de relación con Max. Aquél hermoso chico, gracioso, carismático, y a tus ojos, alguien muy tierno.

Ustedes sin duda, eran muy unidos, se tenían mucha confianza entre ambos. Tanto así, que se prestaban las llaves de sus habitaciones, por si le pasaba algo a ambos. Una gran amistad, un poco rara, pero muy especial.

[...]

Por eso llegamos hasta la actualidad, donde estábas tú. En la cómoda y arreglada cama de Max, leyendo tranquilamente un libro de química, escuchando "Rape Me" de Nirvana, de fondo. Te encantaba escuchar rock mientras leías. De alguna manera un tanto extraña, te relajaba.

Mientras más leías, más te hundías en toda aquella información. Miles de palabras y formas químicas diferentes, pasaban una y otra vez por tu cabeza.

¿Sabían que dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno, crea una molécula de agua? Si no lo sabían, ahora lo saben.

Tanto te habías sumergido leyendo y leyendo tanto, que ni siquiera te habías dado cuenta de la presencia de alguien más en aquella pequeña, y claustrofóbica habitación.

Pero tampoco era para morirse del susto. La persona que había podido entrar era, obviamente el propietario de la habitación, Max.

Al comienzo Max se asustó al pensar que alguien desconocido haya podido entrar a su lugar privado, sin su consentimiento. Pero rápidamente pudo verificar que, todo estába totalmente bien, todo en orden.

Max te observó con detenimiento desde unos metros atrás, ideando un plan para asustarte. A Max le encantaba hacer bromas a todo el mundo, y en especial a tí.

-Sé que estás intentando asustarme, Cooperman. Sal de tu escondite-. En menos de dos minutos habías arruinado el plan de Max.

-¡Eres tramposa! Ni siquiera me dejaste pensar bien el como asustarte-. Dijo un Max desilusionado.

Te reíste levemente de las quejas de aquél chico, te gustaba la manera en que su cabello enrulado tapaba ligeramente sus ojos. No querías aceptarlo, pero ese chico te podía demasiado.

-Ya, ya... Ven aquí conmigo, quiero terminar de leer esto, me falta poco para terminarlo-.

Max se lo pensó algunos segundos, pero terminó aceptando, no podía negarse. El estar entre tus suaves brazos, viendo como lees pacíficamente, mientras se pueden oír las canciones de Nirvana, de fondo. Lo maravilló, tanto así, como si sus pupilas hayan cambiado de forma, a unas de corazón.