final

12.2K 1.3K 460
                                    

Según las cuentas qué ha estado haciendo a escondidas, lleva cinco semanas en Makibi y ha comenzado a olvidar muchas cosas, por ejemplo, el rostro de su madre, o de su padre, o recuerdos de su infancia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Según las cuentas qué ha estado haciendo a escondidas, lleva cinco semanas en Makibi y ha comenzado a olvidar muchas cosas, por ejemplo, el rostro de su madre, o de su padre, o recuerdos de su infancia. Se ha encontrado a sí mismo llorando como un chiquillo por eso, porque le cuesta recordar algo tan simple y tan necesario... No, necesario ya no es, porque usarlo como motivación para seguir viviendo o incluso soñar con volver a casa, es desperdiciar su energía y ese pensamiento le parte el alma.

Arel le ha hecho una infusión de flores para calmar su dolor y su ansiedad, con un sabor que ya le parece menos desagradable que antes cuando Malin se lo dio la primera vez. Sus tetillas se han vuelto un poco grandes y le duelen constantemente, pero Malin siempre le asegura que irá pasando con el tiempo hasta acostumbrarse.

Todo es cuestión de costumbre.

—Parece pensativo —señala Arel, haciendo un masaje sobre los hombros de Taehyung, amasando e intentando relajarlo—. ¿Sigue preocupado por su familia? Creí que ya había dejado de pensar en ellos.

—Es imposible no hacerlo. ¿Tienes familia?

Arel frunce el ceño, pero Taehyung no lo ve.

—Mi creador... ¿Eso es familia para usted?

—Cuenta como familia, sí —asiente el humano volviendo un poco la cabeza hacia Arel—. ¿Dónde está tu creador?

—No lo recuerdo.

—Creí que todos eran unidos.

—No en todos los casos. Fui separado de mi creador para venir a servir a la casa real. —Tuerce el gesto y afloja el agarre—. Creo que fue hace muchos años.

—Lo lamento.

—Está bien, es como sucede las cosas. ¡Ah! Casi lo olvido —exclama distraído, alejándose de un salto—. Hay un nuevo miembro en la cocina y debo darle instrucciones. Si me disculpa, debo ir a la zona de comidas.

Hace una reverencia y Taehyung lo ve marcharse de la habitación. Nada ha cambiado las últimas semanas y ha conocido a casi todos los huéspedes, por lo que, interesado por conocer a otro makibiano, decide seguir a Arel sin que este se dé cuenta.

Aunque los Makibianos nunca tienen hambre, les gusta experimentar cosas nuevas, especialmente con relación a los humanos, intentando replicar sus alimentos por mera diversión y para satisfacerlo a él. La última vez intentaron hacerle una hamburguesa que lo hizo vomitar, pero agradeció el gesto.

—Lo estás haciendo mal. A la comida del humano debemos agregarle dos clases de ilusorios. —Taehyung se queda quieto, esperando que nadie lo haya visto en la entrada de la cocina, rápidamente ocultándose tras un muro para escuchar mejor—. Este para que olvidar su pasado, y este otro, el más fuerte, para sentirse atraído por el príncipe, ya sabes que no es su forma original. Nunca debes olvidarlo.

—Lo lamento, no volverá a pasar.

—Tampoco puedes olvidar que estos ilusorios van de la mano con el oxígeno, si el humano no se alimenta morirá por falta de esta. ¿Entiendes?

makibi » KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora