Capitulo uno

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“La ficción hecha realidad”









ISABELLA

Los rayos de sol me impiden abrir bien los ojos, llevo una mano a mi rostro para cubrirme de la luz.

¿Quién encendió la luz de mi habitación?

Apoyo mi otra mano en el suelo para intentar ponerme de pie, siento un sueño diferente, no es suave, no hay mantas, no es mi cama... es arena. Abro mis ojos por completo y me encuentro con una linda playa y el mar a unos cuantos metros.

¿Cómo llegué aquí?

Lo último que recuerdo es... luz brillante... un túnel luminoso... se parecía a un portal como los de mi serie favorita.

—Oh, no. Si estoy en un playa... —giro mi rostro para encontrarme con la vegetación que temía encontrar—. Esto es...

—¿Isabella? —una voz conocida me hace buscar en todos lados hasta encontrarme con tres chicos en la arena bastante lejos de mí, los conozco, son mis  compañeros clase—. ¿Qué haces aquí? ¿También te succionó un agujero de gusano?

—¿Sam? —corro en su dirección, jamás hablo con ellos... ni con nadie, pero estar cerca de los que conozco me ayudaría... considerando el lugar en donde estoy—. ¿Max? ¿Ron?

—Hola, chica lista —Ron, un pelinegro de ojos chocolates se acerca y me examina con la mirada—. Si eres tú, ¿verdad?

Ignoro sus palabras y me concentro en el problema: vamos a morir.

—Debemos salir de aquí —miro al más cuerdo de los tres, Sam, un castaño de ojos celestes y gran estatura.

—¡Podemos disfrutar de esto, Isabel! —Max exclama con los brazos abiertos, su cabello negro se despeina por la suave brisa y sus ojos azules se ven llenos de entusiasmo.

—¡Es Isabella y no vamos a disfrutar si morimos! —lo sacudo de sus hombros con cierta frustración, es mucho más grande que yo así que no hace el efecto que quería que hiciera, el solo me sonríe aún con diversión.

—Tú sabes en dónde estamos —Sam se acerca a mí, definitivamente es el más cuerdo de los tres.

—Tal vez crean que estoy loca pero... —los miro a cada uno, tomo aire para soltarlo todo de una vez—. Esto es Nunca Jamás, y ojalá fuera como en el cuento pero a juzgar por cada detalle de la playa, el mar y la vegetación estoy más que segura de que no lo es y vamos a morir porque el niño que no quería crecer es en realidad un adolescente maniático capaz de asesinarnos o encerrarnos de por vida en un caja.

Intento recuperar el aire.

—Hablas del cuento de P... —cubro la boca de Ron con mis manos.

—No. Digas. Su. Nombre —mi cabello castaño y con ondas se sacude en mi rostro mientras intento no invocar al terrible pero extremadamente lindo mounstro. Quito mis manos con suma lentitud.

—¿No te dijeron alguna vez que tus ojos verdes mezclados con tonos ámbar te hacen ver salvaje? —me mira con el celo fruncido y una sonrisa, extraño gesto, tan extraño como él.

—Isabella actúas como loca —Max pone uno de sus brazos en mis hombros, yo me quito de inmediato.

—¡¿No entiendes, idiota?! ¡Vamos a morir! —mi voz suena desesperada—. No quiero morir en una caja o ahogada por las sirenas.

—¿Sirenas? ¿Son sexys? —el de ojos color lodo con cerebro de paja no entiende la situación.

—¡Sí, son lindas, te seducen y te asesinan! —le grito en el rostro.

Perdidos [Peter Pan] ✓Where stories live. Discover now