Perdidos [Peter Pan] ✓

Capitulo seis

Game over

Algo me decía que debía correr hacia la playa sin importar que fuera de noche. Corro y corro hasta sentir la arena bajo mis pies. Busco algo, no, lo busco a él, a Peter Pan.

Mis ojos ven algo que me revuelve el estómago. Wendy Darling no está en una jaula, y está con el rey de la isla. Ambos tomados de la mano, mirándose con... ¿amor?

No. Eso no es amor. Pan odia a Wendy y Wendy odia a Pan. Fin de la historia.

Pero no parecen odiarse ahora. Se acercan cada vez más hasta que sus frentes chocan.

—Deshazte de ella —Darling pide mirándolo a los ojos.

—Lo que digas —besa su mano y gira su rostro para verme con una sonrisa macabra.

¡No! ¡No! ¡Isabella!

—¡Isabella! —una manos me sacuden.

Abro los ojos y veo a Pan a un costado de la cama. Doy un salto y me muevo con intenciones de alejarme de él... ¡Ups! No hay más cama. Me estampo contra el suelo con la manta enredada en mis piernas.

—¡Idiota!

Pan aparece de pie frente a mí y me mira con el ceño arrugado.

—¿Estás bien? —me quita la manta que le impedía a mis piernas moverse, nunca fui de esas personas que duermen en una sola posición en toda la noche.

¿No se había ido anoche?

La tienda se ve oscura pero gracias a la tenue luz que se puede ver a un lado de la tienda puede notarse que el sol apenas está comenzando a salir.

—¿Ya estás de regreso? Es muy temprano —me levanto del suelo y me acuesto de nuevo en la cama ante su atenta mirada.

—Levántate —su voz suena exigente.

Si yo creía que Peter Pan me dejaría sin hacer nada solo por ser chica estaba terriblemente equivocada.

—Pero es muy temprano —mi voz suena como un reproche de una niña. Lo escucho reírse y abro los ojos mirándolo con fingida molestia—. ¿Te ríes de mí?

—¿De tu berrinche? Sí —sus manos nunca dejaron su espalda, esconde algo allí. Sonríe en cuanto nota que mi atención está en lo que sea que tenga detrás—. Tengo tu regalo —me levanto de un salto e intento tomar mi regalo que supongo que lo tiene en sus manos detrás de su espalda, pero él se resiste—. Ah, ah, así no.

—¿Qué tengo que hacer para que me lo des? —me mantengo firme en mi lugar.

—Dí por favor —me mira con diversión.

—Ni lo sueñes —intento tomar el objeto de sus manos, pero Pan levanta su mano con una especie de libro o diario antiguo como en las películas en ella. Intento alcanzarlo pero él es más alto que yo, hasta que finalmente me rindo—. Por favor.

Baja su mano con el cuaderno en sus manos, sin embargo no me lo da, solo se queda mirándome con el ceño fruncido. Aprovecho y se lo quito. Sus hojas son amarillentas, lucen antiguas, cuero de un color café lo cubre y en la primera hoja está escrito en letra cursiva: De Peter Pan, para Isabella.

Es precioso. Supera mis expectativas.

Sonrío y elevo mi mirada para buscar la de Pan, me sorprendo al notar que no ha dejado de observarme.

Él ha estado... diferente.

Me extiende un lápiz completamente negro, como si fuera de carbonilla, tal vez lo sea.