Capítulo 22 - La despedida y dos leones desconocidos

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Narra narrador:

Ya es un poco tarde en las Praderas, José, Daniela e Ikati se encuentran caminando en el bosque de árboles de acacia y cuando llegaron en donde se ubican sus pequeñas casas, se toparon con Weka en frente. Ella se tomó de sorpresa en toparse con ellos y les dice.


Weka: Oh, hola chicos, llegaron justo a tiempo.

José: ¿Por qué? (pregunta con curiosidad)

Weka: Porque yo ya voy a tener que ir (la dice en tono desanimada).

Daniela: ¿A dónde?

Weka: A casa.

Ikati: Aaww... (se desanima) ¿Ya te vas?

Weka: Sí, ya he explorado el lugar en donde vivía, me hice tener nostalgia cuando yo era una cachorra y si hubo muchos cambios que casi sí conozco.

José: Uno tiene sus propios recuerdos cuando somos pequeños, vivimos en un lugar que nos gustan mucho hasta mudarnos a otro lugar por situaciones.

Weka: Sí, ¿Antes donde vivían ustedes? (pregunta con curiosidad)

José: Antes yo vivía en una casa hermosa en donde tiene un bonito patio y jardín para las plantas con un invernadero.

Daniela: Y yo vivía a un lado de él, siempre lo pasamos juntos hasta que mis padres y yo nos mudáramos a una mansión por el empleo de mi padre. Honestamente extraño mucho el lugar en donde vivíamos antes de que pasara la Gran Catástrofe.

Ikati: ¿Una mansión? ¿Qué es eso? (pregunta con interés)

Daniela: Una mansión es una vivienda suntuosa, menor que un palacio, pero con aspecto lujoso y zonas de recreo.

Weka: ¿Es mejor que una cueva?

Daniela: Sí, tiene muchas decoraciones con un estilo interesante, no es para presumir.


Todos se quedaron en silencio hasta que Weka habla para irse.


Weka: Bueno, ya me tengo que ir.

José: Espera, ¿Podemos acompañarte?

Daniela: ¿Qué? (pregunta confusa)

Weka: Es un largo camino, no deben tomarse la molestia después de todo lo que han hecho.

José: Quiero decir, que ¿Podemos acompañarte hasta fuera del bosque?

Weka: Está bien, no hay problema.


El cuarteto empezó a caminar con tranquilidad, José lo mira de reojo al ver su tamaño cuando ella está parada en cuatro patas y su color del pelaje pálido, para él fue una experiencia de que una leona se quedará para ser resguardada por ellos y contar su historia de lo que ha pasado la humanidad, aunque él no le gusta. Ahora Weka va tener que ir a su hogar y despedirse de ellos, será un momento triste para Ikati y José. Cuando llegaron la salida del bosque se detuvieron y Weka voltea a verlos para mirlarlos por última vez.


Weka: Fue un gusto en conocerlos y gracias por curarme de mi pata.

Daniela: No hay de que, también fue un gusto en conocerte.

José: También fue un gusto en conocerte, (lo dice acariciando la cabeza) te extrañaré.


Cuando él estuvo acariciando la cabeza, Weka se apegó en el costado de la cadera acariciando con su cabeza ronroneando.


Dos seres extraños en la Sabana (Temporada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora