Metamor❴ɯǝʇ❵fosis ;;NamJin

↬Capítulo 7: Limbo

SeokJin

—¿NamJoon?— reiteró luego de unos segundos, la voz trémula por el esfuerzo. Había pasado de sentirse completamente entumecido y vacío, a sentirse tan lleno de dolor que creería que el cuchillo que lo había perforado la primera vez seguía allí incrustado en su abdomen. No obstante, realmente no podría ver si era así o no.

—SeokJin— jadeó el susodicho, y Jin sintió una de sus manos colocarse en su cabeza—, estás en shock. Te llevaré al hospital, y vas a estar bien.

Con eso, la mano cálida se desprendió de su pelo y SeokJin tragó toda la saliva, bilis y sangre que probablemente se estaban acumulando en su garganta.

—¡NamJoon!— pánico llenó su voz y su interior cuando oyó la puerta del auto cerrarse, y la silueta que había usado para identificar al policía desapareció, dejándolo en una desoladora oscuridad. Parpadeó varias veces, pero aún así, no vio nada. Tampoco ayudaba que sus oídos parecieran estar tapándose cada vez más.

Se estaba sofocando.

—NamJoon— repitió, sintiéndose como si fuera la única palabra que pudiera emitir—. No puedo ver. Ya casi no puedo escuchar-

—Vamos a...—

—¡Ya te he dicho que estoy muerto!— se sintió raro diciéndolo, pero por alguna razón, se sentía como la única respuesta correcta—Por favor, escúchame.

—Jin, tienes que ver un doctor.

—¡Carajo, NamJoon! ¡Yo soy un doctor!— estaba seguro que si su corazón aún latiera, este estaría a mil—He declarado muertas a más personas de las que tú habrás visto en tu vida. Así que trae tu trasero aquí atrás y haz lo que voy a decirte.

Siquiera exclamar aquellas palabras trajeron pesadumbre a sus pulmones, como si estos ya estuvieran completamente desinflados e inútiles.

Hubo más silencio por unos momentos, y SeokJin esperó ver aquella luz al final del túnel de la que todos hablaban cuando mencionaban experiencias cercanas a la muerte. Sin embargo, solamente volvió a escuchar el sonido de la puerta a su lado y posteriormente, la respiración de NamJoon.

Como no podía verlo, extendió una mano hacia adelante y buscó su rostro en el aire. Los dedos callosos del policía agarraron los suyos.

—No... No lo entiendo.

—Menos yo— afirmó Jin, entrelazando sus manos solo porque tanta oscuridad empezaba a aterrarlo—. Pero sé que no pude haber sobrevivido a eso.

—¿Qué fue lo que...—

—Me apuñalaron, creo que se me cayeron los intestinos en alguna parte— la mano que tenía libre la llevó al lugar en donde el dolor parecía ser más intenso, justo encima de donde empezaba el hueso derecho de su pelvis. NamJoon pareció ver la herida, porque soltó un quejido ahogado—. Tampoco tengo pulso y mi temperatura está bajando. Ya cumplí con dos de los requisitos para declararme muerto.

—SeokJin-

—Ya estoy ciego y apenas puedo oírte. Técnicamente estoy pasando por una nula actividad cerebral. Menos puedo recordar más allá de lo que pasó antes de que me apuñalaran.

—Pero aún puedes moverte y hablar, eso... ¿eso no significa que tu sistema nervioso aún funciona?

—Bingo— su lengua comenzó a sentirse pesada—. Parte de mi cerebro no se apaga todavía. Pero puede que lo haga pronto.

—¿Qué hago? Dios, no-

El doctor tomó al policía del rostro, identificándolo por la forma aguda de su mandíbula y sus mejillas suaves.