12 𝑹𝑨𝒁𝑶𝑵𝑬𝑺 [JENNA ORTEGA]

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Mi familia siempre fue buena en Futbol, y pensé que si todos eran buenos yo también debía serlo, después de todo, estaba en mis genes. Así que me metí al equipo de la escuela, pensando que sería la mejor por ser rápida y ágil.

Gran error.

No era buena ni estaba cerca de serlo, era la peor. Sigo sin entender qué hice para que la vida me odiara tanto y decidiera hacerme tan torpe en los deportes.

Además de que todos en el equipo me odiaban, a excepción de Percy, quien había entrado al equipo para mejorar y era casi tan malo como yo.

Quiero que nos concentremos en el último partido de la temporada, me dijiste que creías en mí, que ganara o perdiera siempre sería tu jugadora favorita, y me abrazaste tan fuerte que luego te burlaste de mí por lo rápido que latía mi corazón, ¿lo recuerdas?

No estaba nerviosa por el partido, sabía que íbamos a perder. Estaba nerviosa por ti, por tus palabras, por tu cercanía, por la calidez de tu sonrisa y por cómo se sentía tenerte en mis brazos.

Eras especial, me hacías feliz, cualquier tristeza que sintiera, tú la desaparecías en cuestión de segundos. Así que no culpo a Percy por haberse enamorado de ti, ni a ti por enamorarte de él.

Recuerdo que te quedabas todas las tardes conmigo para practicar, a veces invitaba a Percy, y eso hizo que se hicieran amigos. Así que sí, supongo que yo soy el culpable de que te hayas enamorado de Percy.

Me gustabas, pero yo a ti no.

Y esa es la cuarta razón por la que te odio.

No te odio por ser bonita, porque no fue por eso que me gustaste, tenías algo, algo que me llamaba la atención, que hacía que quisiera pasar contigo todos los días que pudiera.

Te odio por haber tenido ese algo.