¿Enamorado?

342 24 44
                                    

†.....Viernes, 5:30 a.m.....†

Hace algunos días que las mañanas de Sanemi empiezan igual... Con dolor.

Para variar tiene sueños extraños, no siempre los mismos, pero todos se parecen, siempre son de el besandose con Genya y poco a poco el sueño sube de tono.

Normalmente, terminan de forma abrupta, aunque da bastante igual si dentro del sueño llega a cogerse al azabache o este le da sexo oral, el pene le duele casi exactamente igual al despertar.

Le da algo de pena despertar así, por dónde lo mire esta mal.

El chico ni siquiera es de su misma especie, también lo sueña con sus características animales, si a eso le suma que vive en su casa, es mucho mayor y que además ambos tienen pareja, solo puede llegar a la conclusión de esta jodidamente mal.

Sin pensar más en el tema, decide levantarse e ir a su baño, se desnuda con todo el cuidado que puede.

Abre el agua lo más fría que se puede y entra esperando que le ayude a bajar su gran problemita.

Pero es inútil, la cabeza incluso empieza a tomar un tono morado por tanta sangre acumulada, lo hace sentir como un mocoso puberto que no sabe controlar su cuerpo.

Resignado y molesto consigo mismo, lleva su mano a su erección y poco a poco comienza a masajearla.

De inmediato siente electricidad recorrer su cuerpo haciéndolo jadear, está demasiado sensible.

Su mente rápidamente se hace una película con el azabache que estimule aún mas su cuerpo, por mucho que le pueda molestar, tener relaciones con Kanae no lo satisface, incluso funciona mejor masturbarse con el azabache en el pensamiento.

Es cuestión de solo unos cuantos minutos en los que su mente se perdió en lo profundo y perverso de su imaginación.

Su respiración es un desastre, la cara le arde y la sensación de relajación lo invade al igual que la culpa.

Mierda...

Su culpa ni siquiera es por Kanae, es enteramente por Genya.

Siempre es lindo y dulce con el, se siente como un aprovechado por imaginar esa clase de cosas con alguien tan tímido y tierno.

Mucho se ha preguntado si la excitación podría cambiar esa timidez que caracteriza a Genya, ruega que si, pero ¿Y si no?

Una vez que su respiración se calmó procedió a asearse y odiarse, como suele hacer.

Cuando estuvo limpio y vestido se dió los últimos detalles.

Se coloco su chaleco, subió las mangas de su camisa, acomodo un poco su cabello y se puso algo de perfume.

Desde hace poco tiempo se esfuerza más en verse bien de forma inconsciente, incluso procura usar ese perfume todos los días.

Una vez, Kanae le dijo que ese perfume tiene esa peculiaridad de impregnarse a la ropa y le gusta dejar claro así que el azabache es suyo.

- buenos días -saluda algo molesto al bajar las escaleras.

- ¡Buenos días! -saluda Shizu desde la cocina.

Desde Que Llegaste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora