Aquí vamos de nuevo

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—Jamás creí que tú hubieras pasado por todo eso.

Estábamos en la cocina. El extraño había terminado de bañarse y para dejarlo descansar, mi padre me sacó de ahí para platicar más tranquilos.

—Yo sé que esto no es nada sencillo, pero ese muchacho me necesita.

Fruncí el ceño y me removí hacia delante en mi silla.

—Está bien, entiendo que su padre te haya salvado la vida, pero te estás pasando, ¿cómo se te ocurre hacer semejante tontería?

Mi padre me siseó para que bajara el tono de mi voz.

— ¿Tú qué harías en mi lugar, Liesel?, ¿lo hubieras dejado a su suerte?

Mi padre quería darme un ultimátum, pero se le olvidaba que hablaba con una chica que sabía esquivarlos perfectamente.

—Obviamente, mi familia está primero que un extraño, sin importar que su padre me haya salvado el trasero.

Se llevó las manos a la cabeza en señal de desesperación. No sabía lidiar conmigo.

—Tú no entiendes nada...— dejo la frase en el aire.

—Por supuesto que entiendo. Todos nos vamos a joder sí descubren que tenemos a ese tipo aquí metido. Eres tú el que no entiende.

—A ver, Liesel— mi madre vino al rescate al ver el rotundo fracaso de mi padre —Aquí sólo hay dos opciones: O apoyas las decisiones de tu padre, o te puedes largar.

Me quedé en shock al escuchar eso. El cazador resultó cazado.

— ¿Lo estás diciendo enserio?— me levanté de la silla.

— ¿Tu qué crees, Saumensch?

Volteé a ver a mi padre y tenía la mirada en el suelo.

—No tengo todo el tiempo, decídete— la voz de mamá hizo que volteara a verla.

— ¿Cuánto tiempo durará esto?— mi voz apenas era audible, pero con el silencio que había, no necesitaba hablar más alto.

 —El tiempo que podamos mantenerlo a salvo— respondió mi padre.

Me quedé mirando un momento los rostros de mis padres, casi esperando a que dijeran que esto era una broma, pero obviamente eso no pasó. Suspiré y me dirigí a mi habitación. Cuando llegué, no me sorprendió encontrarme al sujeto durmiendo en silencio.

—Bueno, por lo menos no ronca— pensé en voz alta.

Poco después de meterme en las cobijas y de haber apagado la luz, vi a mi padre entrando a la habitación.

—No me pidas que lo trate bien— fue mi única condición.

Oí el suspiro de papá y después se acercó a darme un abrazo.

—Temía que tu decisión fuera diferente. Por eso me tardé en subir.

La habitación estaba inundada por la oscuridad, pero no por eso iba a dejar de darle una de mis mejores sonrisas a mi padre.

—Jamás te dejaría— nos soltamos del abrazo —Mamá acabaría contigo si yo ya no estuviera aquí.

Sentí que me sonrió y luego se dirigió a la puerta del pasillo. Me acomodé para dormir y mi padre entró con una silla y se puso a un lado de la puerta. No sabía sí lo hacía para ver que a mi vecino de cama no se le ofreciera nada, o para ver que yo no le fuera a hacer algo malo.

—Que descanses— dijo mi padre en voz baja.

—Duerme bien.

Eso sólo era un decir. Sabía bien que no iba a dormir en ningún momento en esa incomoda silla. Aunque de cualquier manera me hacía bien sentirlo aquí, conmigo, a mi lado. No iba a admitirlo en voz alta, y sé que mis padres, pero todos teníamos miedo.

Al día siguiente me levanté para irme al colegio, pero mi madre me informó que yo estaba enferma, así que no iría.

Mi madre me estaba amenazando con encerrarme en el sótano de por vida sí le decía algo alguien sobre nuestro sucio secretito.

— ¿Tú crees que nos pondría en riesgo a todos?— le pregunté incrédula, casi ofendida.

Estábamos sentados en el comedor los tres. Mi padre tampoco había ido a trabajar y eso que no podía darse el lujo de dejar de trabajar por la crisis de la guerra.

—Nunca se sabe con tu bocota, ni con tu orgullo alemán— hizo una mala imitación de mí.

— ¿Eso significa que jamás volveré a ir a la escuela, ni a salir de la casa?

A decir verdad eso de no ir a la escuela sonaba como una buena opción.

—Eso no, señorita. Esto es sólo por hoy. Tampoco podemos levantar sospechas— mi padre se veía más demacrado de lo normal. Y lo comprendo, ya no estaba acostumbrado a pasar las noches en una silla.


Tu cielo, mi destino. Fanfic de 'La ladrona de libros'.Where stories live. Discover now