Anexo: El Vigilante

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Toda mi vida he tenido miedo de los hombres que me vigilaban. Supongo que el primer hombre que me vigiló fue mi padre, pero desapareció antes de que pudiera recordarlo.

No sé por qué, de niño me gustaban las peleas. Perdía casi siempre. Otro chico, que a veces sangraba por la nariz se alzaba vigilante sobre mí.

Muchos años después tuve que esconderme. Intentaba no dormir porque tenía miedo de quien pudiera estar ahí al despertarme. Pero tuve suerte. Siempre era mi amigo.

Cuando estaba escondido, soñaba con un hombre. Lo más duro fue el viaje para encontrarlo. Gracias a la suerte y tras mucho caminar, lo logré.

En su casa me quedé dormido mucho tiempo. Me dijeron que cinco días y... ¿qué me encontré al despertar? No un hombre, sino otra persona, que me vigilaba. A medida que pasaba el tiempo, la chica y yo nos dimos cuenta de que teníamos cosas en común.

Ahora paso la mayoría del tiempo en un sótano. Por las noches tengo pesadillas. Por suerte la chica está ahí para despertarme. En el día, la chica sólo se ocupa de ignorarme la mayoría del tiempo. Aun así, agradezco lo que hace por mí. Le agradezco que me haya contado de qué estaban hechos sus sueños.

Ahora no sé qué relación hay entre nosotros. Ya no se comporta como al principio. Incluso me pidió que la abrazara el día de su cumpleaños. Por eso he comprendido que el mejor vigilante no es un hombre...

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Bueno, este es el primer escrito que aparece en el libro (el encuadernado que le regala Max a Liesel el día de su cumpleaños solo que aparece después y con algunas modificaciones. 


Tu cielo, mi destino. Fanfic de 'La ladrona de libros'.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ