3. 𝑆𝑒ñ𝑜𝑟𝑎 𝐾𝑒𝑛𝑛𝑒𝑑𝑦

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No conozco al artista de este art, si alguien lo conoce, por favor, puede dejarlo en comentarios 🙏🏻

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Lᴀ ʟᴜᴢ de la luna entraba por la ventana, no había más iluminación que aquellos pocos rayos grises golpeando el suelo. Leon comenzaba a sentirse adormecido luego del tercer trago de whisky, bebía lentamente mientras reflexionaba hipnotizado por las pequeñas partículas de polvo que se levantaban cada vez que golpeaba el brazo de su sofá.

Pensaba en la esposa del presidente Graham, en la gran estupidez de haberse dejado seducir en aquella limusina. "Ni siquiera sabes cómo se llama...", se reprochó por dentro y levantó la botella para llenar el vaso. Sirvió otro trago, lo bebió con mayor velocidad y a los pocos minutos estaba mucho más ebrio.

Vivía solo y eso lo hacía sentirse solitario. Las únicas ocasiones en las que tenía algo de compañía eran cuando llevaba a alguna prostituta cara a pasar la noche o cuando Claire aparecía sin anuncios y con su pequeña maleta a rastras. Deseó que la pelirroja apareciese en su puerta, con sus aventuras de activista, sus decepciones amorosas y sus discos de Queen. Siempre ruidosa y optimista, llegaba a regañarlo por no quitar el polvo, lo quitaba ella y le preparaba el desayuno todos los días que se quedaba como huésped. Leon adoraba tenerla cerca, pero no como a una pareja, sino como al único lugar seguro en el que podía refugiarse.

Claire no se había dejado contaminar por el monstruo del bioterrorismo, aunque lo enfrentaba a diario. Trabajaba concienzudamente por salvar a todos los inocentes posibles, todas y cada una de las decisiones sobre su vida tenían que ver con su trabajo. El 99% de las veces, abandonaba a sus novios porque intentaban arraigarla en una vida menos ajetreada; Claire se rebelaba y los echaba por la borda, al océano de las relaciones fallidas. Leon le había propuesto que hiciera de su departamento su residencia permanente, y ella había aceptado, pero dos semanas más tarde desapareció dejándole tan solo un post-it pegado al refrigerador, en el que le notificaba que estaría trabajando en Vietnam por algunos meses. De ese viaje volvería enamorada de un soldado con el que duró unas pocas semanas, y no regresó al departamento más que de visita. 

Leon rogaba que a Claire le diera por visitarlo, llevaba meses sin verla, sin ver a nadie conocido que no trabajara para el gobierno. Claire no era muy localizable, podía dejarle un email o un mensaje con su hermano y esperar, pero ahora estaba demasiado confundido y demasiado borracho como para escribir o llamar.

Dejó el sofá y caminó hacia su dormitorio con la intención de caer inconsciente sobre su cama, y ahí mismo sonó el timbre. Leon fue apresurado a abrir, y cuando abrió, allí estaba Claire Redfield, sonriendo risueña con una mochila llena de gadgets y una maleta de viaje pequeña. Ella lo saludó con un abrazo, Leon se dejó abrazar y suspiró aliviado.

—¿Sabes qué me dijo tu portero? Me dijo: "Buenas noches, señora Kennedy". ¿Nos casamos sin mi consentimiento? —bromeó Claire entrando con la maleta y dejándola a un lado. 

—Estuve llamándote con la mente... —confesó Leon. 

Claire se apartó para examinar sus gestos. 

—Déjame adivinar: estuviste bebiendo.

—Solo un poco... 

Claire lo miró con más detenimiento. 

—Y... es por una mujer, ¿no es verdad? 

Leon se limitó a suspirar. 

—Más o menos...

—¿Más o menos? Con que no se trate de tu gran obsesión por la superespía internacional...

—No, esta vez no tiene nada que ver con Ada.

—Júramelo.

—Te lo juro. 

—¿Y de quién se trata entonces? 

—Es... difícil de explicar...

—Como todo en tu vida. Anda, tráeme un trago y cuéntamelo todo. 

—No, yo... prefiero no hablar de eso ahora. 

—¿Seguro? Porque más bien me parece que es todo lo que está en tu cabeza. 

—Sí, pero... no quiero... no lo sé...

—Está bien, está bien. Te diré que... pondremos un disco con canciones lentas y nos recostaremos en tu sofá polvoriento a mirar a la nada, como te gusta hacer, ¿qué dices? 

Leon sonrió y volvió a abrazar a Claire. 

—En serio, gracias por aparecer... —le dijo en un susurro y se sintió un poco menos perturbado. 

Tus labios sobre los míosWhere stories live. Discover now