6. 𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑠𝑜𝑛𝑟í𝑒𝑠

778 54 29
                                    

◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢

Lᴇᴏɴ ʟᴇ ʀᴇᴘɪᴛɪó a Claire y se repitió a sí mismo que lo de la mujer del presidente solo había sido una aventura... solo sexo... que sus sentimientos nunca estuvieron involucrados. No había tiempo para otra cosa. 

Si aceptaba la realidad, ese parecía ser su eterno destino con las mujeres. Le gustaba alguien, no tenía que esforzarse demasiado por llamar su atención, pasaba unas cuantas noches apasionadas y luego la distancia hacía el resto. Leon era enviado a alguna misión secreta, regresaba exhausto y herido y sus novias fugaces no se molestaban en averiguar si seguía vivo.

Él pretendía que no le importaba en lo absoluto, pero la verdad no escapaba al ingenio de Claire, quien ya conocía de memoria el patrón, quien siempre estaba allí para consolar el corazón abandonado de su amigo. Sabía que en cada nueva "aventura", como él las llamaba, invertía un trocito de su alma, y que después de tantas decepciones ya no quedaba mucho que arriesgar. 

Claire lo observaba mirar perdido a través del cristal del automóvil, silencioso, pensativo, pesimista.

—Oye, se acabó mi visita... —le anunció para sacarlo de sus fantasías.

Leon giró a verla.

—Pero... creí que te quedarías el mes completo.

—Era la idea, pero me asignaron a un viaje de emergencia.

—¿Emergencia? No sabía que TerraSave atendiera emergencias.

—Pues no eres el único que se interesa por el bien de la humanidad. Aunque últimamente no podemos decir que hayas estado muy concentrado en tus ideales que se diga...

Leon suspiró. Quería pedirle a Claire que se quedara, pero no tenía nada que ofrecerle, nada que darle a cambio que no fueran problemas.
 
—Bien. Avísame cuando estés de regreso.

—Seguro... Por favor, no hagas nada estúpido, ¿de acuerdo?

Leon rechistó y la miró ofendido. 

—¿Algo como qué? —cuestionó. 

—Algo como dejarte seducir por quien no debes. 

Leon desvió la mirada. 

—Dije que no volverá a suceder. 

—Bueno, más te vale. Por cierto, ya pensé en lo que quiero a cambio de haber fingido ser tu novia.

—¿Qué...?

—Quiero que me lleves a un parque de diversiones.

Leon dejó su pose taciturna y se giró hacia ella sonriendo.

—¿Hablas en serio?

—Sí, quiero que me lleves a un buen parque de diversiones, que tenga atracciones monumentales y un muchos concursos en los que puedas ganar ositos de peluche para mí.

Tus labios sobre los míosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora