Paraíso del Infinito Parte 1

76. Hombres de odio y aprecio. (2)

Paraíso del Infinito de FanHarem.
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La vista de Makapu aturdió al trío por un momento. Ya sea Omashu, la colonia Chay Thang u otras aldeas en su viaje que todavía se están convirtiendo en una colonia, parecía haber una sensación de armonía. Por supuesto, esto excluyó a la aldea cerca de Omashu a la que se llevaron a sus hijos hasta hace solo unos días. Ese lugar era sombrío. Sin embargo, ahora, los tres sintieron tensión. Uno apenas tolerable. La Aldea Makapu tenía soldados de la nación del fuego haciendo guardia, pero no conversaban con los aldeanos.

De hecho, los dos lados se opusieron completamente entre sí. Por un momento, la mirada de Nik se posó en una montaña lejana. Uno volcánico, si hay que creer en Bumi y la ubicación conocida de los prisioneros de Agua Control.

Mientras las dos partes se ignoraban, los aldeanos de repente lanzaron miradas en su dirección. Más específicamente: sun.

"Pareces popular por aquí", Nik trató de conversar una vez más, pero Sun simplemente se burló, negándose a responder.

"Tch, quiero golpear la cara de ese traidor", una voz sopló.

Katara y Suki se miraron mientras los demás comenzaban a hablar en voz baja: "Silencio, la tía Wu dijo que no los enemistaramos. ¿Se ha equivocado alguna vez?".

"Vamos, solo porque detuvo el flujo de lava una vez no lo hace menos traidor".

Cada comentario, para bien o para mal, hizo que el cuerpo de Sun se tensara hasta que llegaron al otro extremo del perímetro del pueblo donde dos soldados de la Nación del Fuego aseguraban la entrada de una mansión tradicional. El cuerpo de Katara se tensa al ver a los guardias tan cerca hasta que...

"¡Oh, Sun! ¿Son estos los que la tía Wu te envió a traer?" Uno de los guardias se quitó la máscara que cubría la cara del casco para revelar a una mujer de aspecto tonto. Goofy como en su sonrisa. Al verla, Sun se relajó visiblemente y se encogió de hombros, "Algo así. Creo que la abuela Wu estará interesada en verlo", señaló con el pulgar hacia Nik mientras los dos guardias lo miraban. Los ojos de la mujer se iluminaron pero luego miró a Katara y frunció el ceño, un poco curiosa por qué la mujer de la tribu del agua estaba tan asustada.

"¿Porque eso?" El otro guardia preguntó mientras Sun pasaba junto a ellos y traía al trío, empujando las puertas de la mansión para abrirlas y manteniendo su respuesta concisa: "Porque la abuela Wu no lo vio venir".

Una vez que los cuatro individuos entraron a la mansión, Sun esperó en la entrada sin levantar la voz.

"Uh ... ¿no vas a llamar a esta abuela Wu?" Suki preguntó, haciendo que el joven adolescente murmurara: "Solía hacerlo... pero años de experiencia con la abuela me han demostrado que no tiene sentido".

Antes de que pudiera ser interrogado más, las puertas más allá del pasillo de madera de la mansión se abrieron y Nik recordó las puertas de papel que se abrieron en su mundo natal, un punto específico que notó en la casa de Yuuko y Megumi.

De la puerta salió una muchacha bronceada. Dulce sonrisa y grandes ojos marrones. Llevaba una túnica rosa con extremos bordados de color púrpura y su cabello oscuro, ondulado y literalmente rebelde atado en dos trenzas que se curvaban hacia arriba. Dándole una sonrisa llena de dientes a Sun, saltó hacia adelante.