Paraíso del Infinito Parte 1

78. El Mesías Rompe Nueces.

Paraíso del Infinito de FanHarem.
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"¡¿Dónde estabas?!" Suki fue la primera en exigir cuando Nik regresó con Wu.

"¿Me creerías que Wu realmente nos hizo perder el tiempo a ambos?" Nik forzó una sonrisa, claramente no esperaba que su noche hubiera terminado de esa manera también, ya que tenía otros planes con Suki. ¿Por qué otra razón habría llamado a su puerta anoche?

No tenía nada que ocultar esta vez ya que la situación era tan extraña que incluso él no podía entenderlo. De hecho, compartirlo con otros y tener más opiniones podría ayudarlo. Una vez que escucharon sus palabras, Katara y Suki fruncieron el ceño. Cuanto más misteriosa era la situación, mayor era el peligro que debían asumir.

Esa niebla no dejó al trío con buenos recuerdos, por lo que fueron bastante cautelosos con esto: Niebla de almas perdidas.

Si bien el trío quería programar otra reunión con Wu, fue Meng quien los rechazó diciendo que la anciana acababa de dormir para descansar. Sin nada más que hacer aquí, el trío acordó comenzar con sus planes y salió del pueblo con la excusa de entrenar junto al arroyo, lo cual ni siquiera era una mentira total.

"Muy bien, nos vemos luego", Nik se estiró un poco antes de irse, su destino era la prisión que albergaba a los maestros agua.

Una vez que se fue, Katara miró hacia Suki, quien también comenzó a estirarse, preparándose para el combate. Vacilando por un momento, Katara habló: "Escucha, Suki... sobre anoche. Um, ¿qué quisiste decir cuando..."

"Creo que es bastante obvio", respondió Suki con frialdad, sonriendo levemente.

"No te creo", Katara se cruzó de brazos, resoplando levemente, "¡Nik no dio ninguna indicación de lo que estabas diciendo!"

"¿Importa si lo hizo o no?" Suki sonrió, "Honestamente, también va increíble. Nik es cariñoso y paciente. Además, es muy cómodo hablar con él. Sin mencionar..." Su sonrisa se hizo más amplia porque no terminó su declaración, pero era lo suficiente como para poner ansiosa a Katara por un segundo.

"Entonces, ¿qué pasa con Michi?"

"¿Que hay de ella?" Suki cuestionó a cambio, pero cuanto más pensaba, más sombría se ponía. Al ver su expresión, la sonrisa de Katara se volvió un poco engreída, "Sí, ¿ahora ves lo que estoy tratando de decir?"

Antes de que el dúo pudiera continuar, fueron interrumpidos por alguien, "¿Qué están haciendo ustedes dos aquí?"

Dándose la vuelta, el dúo vio a Sun saliendo del matorral con una expresión curiosa.

"Entrenando", respondió Suki y continuó: "¿Qué estás haciendo aquí?"

"También entreno aquí", murmuró Sun.

Justo cuando las dos mujeres se miraron con sospecha, Sun se encogió de hombros y señaló el arroyo detrás de ellas, "Estudio el agua para mi entrenamiento. Cómo fluye, para ser precisos".

"¿No eres un maestro tierra?" Katara habló, curiosa de cómo la comprensión del agua ayudaría a Sun mientras miraba al dúo: "No creo ni por un segundo que no le hayas preguntado nada a la abuela Wu sobre cómo se comportaron los aldeanos conmigo. "

Pisando fuerte, Sun juntó su mano y empujó hacia abajo cuando una pequeña porción de tierra frente a él de repente comenzó a burbujear y se volvió horriblemente roja. Los ojos de Katara y Suki se abrieron de sorpresa cuando lo vieron con sus propios ojos.

Lava.

"También le pregunté a la abuela Wu sobre ustedes. Solo un poco. Y ella dijo... eres un maestro agua y puedes ayudarme. Así que, por favor, ayúdame", Sun le habló a Katara, "apenas puedo controlar la lava, pero aún así es difícil para mí".