Mi forma de vida (deathpuss-Muerte x gato)

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"Shh, no querrás despertar a tus compañeros, ¿verdad?" El lobo susurró, presionando la punta de la hoz en la mejilla de Gato, casi lo suficientemente fuerte como para enrojecerlo, acercándolo, demasiado cerca.

Lobo se obligó a decir el Gato. Era casi como si no pudiera creer lo que veían sus propios ojos, la figura de sus pesadillas mirándolo una vez más, en carne y hueso.

Death respiró hondo, absorto en el olor increíblemente dulce del gato, casi haciéndolo estremecer mientras tarareaba para sí mismo mientras el miedo cargaba sus sentidos. Se extendió por sus venas, llegando desde los dedos de los pies hasta las orejas, un olor que lo hizo tambalearse.

"Oh, cómo te extrañé, Gato," suspiró el lobo, "He oído que has estado hablando de mí. No puedes sacarme de tu mente, ¿verdad?

"¿Qué estás haciendo aquí?" Gato gritó.

"¿De qué se trata esto..." dijo Muerte en voz baja, su otra hoz ahora giraba mientras la arrojaba sin pensar en su palma, "¿Hacer que Muerte tiemble ante ti? Tisk tisk, gatito, ahora ese no es el Gato que conozco..."

Gato se estremeció cuando le quitaron la hoja de la cara antes de que de repente le apretaran la garganta y lo levantaran. Se rascó las manos que lo sujetaban, las manos que atrapaban su garganta se cerraron, envolviéndola con fuerza, incapaz de permitir que el oxígeno entrara en sus doloridos pulmones.

"Me humillaste", gruñó la Muerte.

-No te tengo miedo -siseó Gato.

"No lo parece, mi amigo . Realmente pensé por un momento que habías aprendido la lección, pero supongo que no", comenzó el lobo, sonriendo mientras el gato se retorcía bajo su agarre, pateando, luchando por algo a lo que agarrarse. Gato levantó la cabeza lo mejor que pudo, jadeando. Qué espectáculo para los ojos doloridos.

"Te voy a dar a la cuenta de diez", se quejó la Muerte, "Será mejor que te pongas a correr".

Dejó caer al gato, que no perdió tiempo en salir gateando por la puerta, olvidando su uniforme y arma y resbalando sobre su cola al salir. El gato no se atrevió a hacer ruido mientras corría por el pasillo del palacio, asomando la cabeza por encima del hombro para ver al lobo contando con los dedos, apoyado pacientemente, casualmente, contra el marco de la puerta.

"Cinco... Cuatro..." El lobo miró sus garras afiladas mientras murmuraba para sí mismo, "Tres, dos, uno..."

Con un movimiento de hombros y un suspiro de alivio, entrechocó sus hoces.

Cero.

Luego, echó a correr, pisándole los talones al felino mientras se deslizaba por las esquinas, esquivando por poco las decoraciones de vasijas, pinturas, soportes de armaduras y armas colgadas en las paredes mientras el lobo cortaba sus hoces en el aire, apuntando al trasero de Gato. El gato fue rápido, tan rápido como pudo, usando su agilidad para saltar de las paredes y deslizarse debajo de las mesas. Pero no fue suficiente antes de que encontrara que algo le golpeó la espalda, con fuerza , y de repente salió volando por una ventana abierta, cayendo dos pisos antes de chocar con las ramas de los árboles y luego con el suelo.

Podía sentir su cerebro reverberando en su cráneo, su corazón latiendo contra sus costillas y sus pulmones doliendo mientras luchaba por recuperar el aliento. El lobo no tardó en aparecer junto al gato, atravesando las sombras y agarrándolo por la cola, obligándolo a levantarse de las patas.

"¿Qué pasa, gatito?" El lobo tarareó: "¿La vida pasa ante tus ojos? Hueles delicioso esta noche, amigo... "

Gato colgaba boca abajo mientras golpeaba con sus pies el pecho palpitante de Muerte, empujando, tirando, tratando de escapar...!