Mi forma de vida (deathpuss-Muerte x gato)

Nunca te perderé de vista, ya sea de día o de noche

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La muerte no solía intentar meterse en asuntos humanos. Aunque disfrutó del drama, escuchando los chismes de los humanos en susurros y viendo cómo las noticias se extendían como un furioso incendio forestal, trató de tomar asiento, para simplemente mirar como testigo, antes de que finalmente fuera su turno de entrar al salón. escena.

Los asuntos mortales no estaban particularmente en la descripción de su trabajo. Iba a venir a las secuelas de tales eventos; hambre masiva, enfermedades, guerras, genocidios, para tomar lo que le quedaba por cosechar. Pero ahora que alguien especial iba a estar involucrado en tales asuntos, sintió la necesidad de estar al tanto.

Ahora, admitiría, él ha... doblado las reglas antes, para mortales particulares en el pasado que despertaron su interés. Ha recibido advertencias de tales acciones, de su madre, de los Dioses, que las reglas deben seguirse. Se le asignó un trabajo, un papel que cumplir hasta la inevitable desaparición de Life, y el mundo renacería de nuevo. Bueno, ese era el plan, de todos modos.

Sin embargo, no pudieron hacer nada para detenerlo. Él era la Muerte, una parte vital del proceso natural de la Tierra. No podía ser encerrado, no podía ser castigado. A diferencia de sus colegas, las guerras se podían evitar, las plagas se podían curar, las hambrunas se podían superar. Pero la Muerte, no, la Muerte trabajaba en estrecha colaboración con la Vida, mano a mano con la espantosa experiencia mortal.

Él era vital. No podía dejarse de lado. Él era intocable.

Sin embargo, tal vez había ido demasiado lejos. Gato había sido una de las primeras veces que no torció las reglas a su favor, pero las rompió por completo . Estaba en una especie de relación con un ser mortal. Ahora que era un gran no-no.

Al principio, había estado cazando activamente al gato en su última vida. ¿Quién podría culparlo? El gato lo había estado engañando, una y otra vez. Luego, se transformó en lo que sea... esto era. Su baile, su lucha, todo iba en contra de todas las reglas que el libro tenía para ofrecer. La regla de la mezcla, la regla de la transparencia, la regla del amor, su propia regla la escribió él mismo , la regla de dejar que sus objetivos se escapen intactos y respirando.

La Muerte había esperado que tal vez fuera la Vida quien interviniera. Le volvería a decir, como lo ha hecho muchas veces antes, que aunque amaba y adoraba todas sus creaciones con el corazón y el alma, la Muerte tenía el papel de arrebatárselas cuando fuera el momento adecuado. Pero en cambio, había sido Guerra. Estaban tomando un nuevo enfoque a su situación. Intentarían deshacerse del problema temporal, en lugar de lo que había ocurrido desde el principio. No si la Muerte pudiera evitarlo, por supuesto.

“Todos piensan que serán ellos los que me derrotarán. Pero nadie se me ha escapado todavía.

Eso era cierto, en contextos mortales. Pero Guerra era diferente. Era inmortal, como él mismo. Era su completo igual en combate, dos seres capaces de hacerse daño con sus armas, pero incapaces de perecer de verdad.

War tenía un enfoque muy similar a su trabajo, muy parecido a Death. Veía cómo aumentaba la tensión, cómo se preparaban los ejércitos y susurraba deseos a los líderes que expulsaban a sus hombres de la muerte. Pero nunca se haría evidente, no hasta que estuviera en el glorioso campo de batalla rodeado de fuego y cadáveres marchitos. Entonces, vigilaría a su amado felino, porque si la Muerte podía romper las reglas, ¿quién iba a decir que la Guerra tampoco lo haría?

Veía cómo el batallón de Far, Far Away se preparaba para lo que estaba por venir, en un gran campo con coloridas tiendas instaladas. Gato, especialmente, se vio muy involucrado en los preparativos, y se tomó mucho tiempo para pensar junto con Kitty, para ayudar en el departamento de estrategia y hablar con sus aliados en los espejos mágicos, mientras enseñaba a los soldados más sobre el arte del combate con espada. . Los dos permanecieron juntos todo el día, sin separarse nunca, dejando a la Muerte revolcándose en las sombras, incapaz de hacerse notar.