Mi forma de vida (deathpuss-Muerte x gato)

Una y otra vez, sigo recorriendo el mundo que conocíamos

Capitulo final.
(pipiipip)

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Gato estaba sentado en el borde del bote bajo la pálida luz de la luna, haciendo girar el extraño y extraño anillo entre sus dedos. Estaba mirando hacia el cielo nocturno, las estrellas brillaban como brillo. No se atrevió a mirar al agua, por si vislumbraba su reflejo cuando la espuma del mar se partía.

Había tenido una terrible pesadilla esa noche, y cuando las imágenes de la sangre en sus manos pasaron ante sus ojos, no pudo evitar rascarse las cicatrices que surcaban su pecho.

Sus pesadillas no estaban completas, no como sus sueños. Sus sueños, por absurdos que fueran, siempre tenían sentido para él, siempre podía identificar a las personas dentro de ellos, las acciones que tomaba, su ridículo reflejo de sus días despierto. Pero sus pesadillas no eran más que sofocos palpitantes ante él, inconexos como un rompecabezas de pesadilla al que le faltan piezas, personas que faltan, escenas que faltan. Siempre había una figura allí, una sombra que se cernía cerca de él, a veces sosteniéndolo, a veces hablando, pero nunca dándose a conocer.

Lo inquietó. Con el anillo girando entre sus dedos, en pocas palabras, sintió que faltaba algo. Era como si tuviera palabras para decir, pero se le quedaron atascadas en la punta de la lengua y se perdieron antes de que pudiera atreverse a pronunciarlas en voz alta. Era como si le hubieran quitado una parte, un fragmento de un recuerdo, que no podía alcanzar, sin importar cuánto se esforzara en su mente para captarlo. Era como si se estuviera burlando de él, burlándose de él, atrayéndolo para agarrarlo por el cuello antes de dar un paso atrás, dejándolo perdido nuevamente.

Le picó las cicatrices un poco más. Bueno, no importa, se lo contaría a Perrito en la próxima sesión. Mientras tanto, su bote se acercaba a tierra firme después de tanto tiempo en el mar, podía ver la isla distante y borrosa sentada en el borde del horizonte.

Hubo un bostezo lento y profundo detrás de él. Gato se volvió para encontrar a Kitty pavoneándose hacia él, con la mano sobre su boca, los ojos parpadeando con cansancio, "¿Qué haces levantada tan temprano, pelirroja?"

"Oh, um ..." Gato hizo una pausa, "Nos estamos acercando a la tierra".

"No pregunté eso, pregunté por qué estás despierto", dijo Kitty, tomando asiento junto a él, "¿Tuviste otra pesadilla?"

"Sí."

"Está bien, háblame", ofreció Kitty, "ya que tu terapeuta está descansando".

Gato respiró hondo y recordó sus visiones: “Fueron muchas… cosas diferentes. Fuego, soldados, vuestra muerte, mi muerte, lo mismo de siempre…”

"Oh", Kitty frunció el ceño.

"Pero había un hombre, lo he visto varias veces antes", explicó el Gato, "Era una sombra alta, y cuando estaba cerca de mí, es como si lo conociera, y cuando habló, reconocí su voz, pero no lo hice al mismo tiempo y yo… no puedo hacer la conexión, y me está volviendo loco”.

“Eso es solo que tu mente te está jugando una mala pasada”, dijo Kitty en voz baja.

“Pero esa es la cuestión, no creo que lo sea”, dijo Gato, antes de bajar la voz, “¿Alguna vez sientes que te estás perdiendo algo? ¿Como si estuvieras dejando algo atrás, pero no sabes exactamente qué?

“Eso se llama extrañar a tus amigos”, bromeó Kitty, “¡Vamos, Gato, deberías estar emocionado! Este viaje fue idea tuya, ¿sabes?

—Lo sé, lo sé, pero no es eso —gritó Gato—, es casi como perder algo que nunca tuve. Algo que no puedo encontrar, pero sé que está ahí.

"No tengo idea de lo que estás hablando".

Sólo estoy divagando. No te preocupes por eso.

“Dices eso me hace preocuparme aún más”, dijo Kitty en broma, pero el Gato se limitó a dejar caer los hombros.