Bucky Barnes Oneshots II

Una respuesta

Prólogo: Bucky y tú tienen una charla durante la noche.

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JudidOrlando

Fury te había reclutado para la iniciativa de los Vengadores gracias a tus habilidades para cambiar de forma en cualquier persona que tu quisieras y por tus estrategias en combate lo cual era muy útil para las misiones.

Cuando llegaste a la Torre, comenzaste a llevarte muy bien con todos, y después de un tiempo comenzaste a fastidiar al Capitán y a su billonario esposo cambiando de forma a la de ellos, luego a Sam, Pietro, y Loki era tu cómplice ya que se volvieron muy amigos y les gustaba fastidiar. A Sam y Pietro igual solo que no les gustaba cuando eran ellos a quienes les hacían bromas.

Un tiempo después de que llegaste tu, Steve trajo a Bucky a la Torre  con quien muy pronto te volviste muy cercana. La mayoría del tiempo cuando no se sentía bien o tenía pesadillas, cambiabas de forma o hacías cosas para alegrarlo, lo cual nunca fallaba.

Así poco a poco comenzaron a sentir cosas por el otro, pero no querían admitirlo por miedo al rechazo.

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Un día que Bucky había tenido una pesadilla y no quiso molestarte y quedarse contigo en tu habitación como le habías dicho que podía hacer, se fue a la azotea de la Torre para respirar aire fresco.

Como tu tampoco podías dormir, fuiste al mismo lugar y ambos se encontraron ahí.

–Hey... ¿qué haces aquí? ¿Tuviste otra pesadilla?–Le preguntaste acercándote para quedarte a su lado apoyando ambos brazos en la baranda al borde de la azotea.

–Sí... pero no quiero hablar de eso realmente. ¿Tú qué haces aquí?–Te preguntó volteándose para verte.

–No podía dormir... es como si mi mente eligiera los peores momento de la noche para sobrepensar y no dejarme en paz.–Reíste ligeramente.

Ambos se quedaron en silencio por unos minutos escuchando los ruidos de Nueva York por la noche, hasta que hablaste.

–¿Por qué no fuiste a mi habitación?–Le preguntaste con suavidad, volteándote para verle.

–No quería molestarte... siempre voy y no me gusta despertarte.–Te respondió viendo hacia sus manos.

–No me molesta, Buck. Para nada, por eso te digo que vayas. De todas formas no es como que duerma mucho.–Le dijiste con una pequeña sonrisa, tomando su mano izquierda en la tuya para entrelazarlas.

–¿Puedo hacerte una pregunta?–Dijo viendo hacia sus manos unidas.

–Claro que puedes.–Soltaste una pequeña risita.

–¿Por qué eres así conmigo?–Te preguntó levantando la vista hacia ti para verte a los ojos.

–¿A-a qué te refieres?–Le preguntaste de vuelta viéndole a la cara con una pequeña risita.

–Me refiero a que siempre estás jugando con los demás, fastidiando y haciendo bromas... pero cuando se trata de mi... no lo sé... pareciera que fueras más delicada, atenta, siempre estás buscando hacerme reír, y eso...

–A-ah... eso... si...–Reíste ligeramente sin soltar su mano.–Es una buena pregunta.

–¿Y me vas a dar la respuesta?–Te preguntó con una sonrisa, volteándose completamente hacia ti.

Sonreíste mordiendo con ligereza tu labio inferior, volteándote hacia él sin soltar su mano.

–Cierra los ojos.–Le dijiste acercándote a él.

Bucky hizo lo que le pediste, y algo nerviosa te acercaste para dejar un rápido beso en sus labios. Pero antes de que pudieras alejarte más Bucky te tomó de la nuca y te besó con aún más pasión, atrapándote contra la baranda y posicionándose frente a ti, llevando una mano a tu pierna para enrollarla en su cintura y la otra en tu nuca, mientras las tuyas dedordenaban su cabello.

Una vez se quedaron sin aire se alejaron ligeramente y soltó tu pierna, pero seguía atrapándote contra la baranda.

–Me gustan tus respuestas.–Te dijo con una gran sonrisa acariciando tus mejillas.

–Que bueno porque no se me ocurría ninguna otra.–Reíste antes de volver a besarle sin alejar tus manos de sus mejillas.