Bucky Barnes Oneshots II

Contacto físico

Prólogo: Bucky no era fan del contacto físico hasta que se dio cuenta de que ese era su lenguaje del amor que solo salía a relucir contigo.

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Bucky odiaba el contacto físico. No le agradaba ser abrazado, no le gustaba que ni siquiera pusieran una mano en su brazo, nada. Lo detestaba.

O eso es lo que pensaba.

Nadie en la Torre realmente lo tocaba porque respetaban sus límites, a excepción de Sam que le gustaba molestarlo, pero esa ya era otra historia.

Sin embargo cuando llegaste tú a formar parte de los Vengadores fue que se dio cuenta de que tal vez no le desagradaba tanto el contacto físico.

No pasó mucho tiempo hasta que te volviste amiga de todos en la Torre, excepto de Bucky que prefería guardar su distancia.

Una noche después de una misión bastante agotadora decidieron ver una película, sin embargo casi todos se quedaron dormidos al inicio de esta. Los únicos despiertos eran Vision, Loki que pronto se levantó y llevó a Peter a su habitación al haberse dormido con su cabeza en su regazo, Rhody que estaba interesado en la película, y Bucky.

No había mucho lugar así que te habías sentado al lado del soldado, pero pronto te dormiste con tu cabeza en su hombro.

Al principio Bucky se molestó e hizo un movimiento para quitar tu cabeza por lo que despertaste y trataste de seguir viendo la película, sin embargo volviste a caer dormida en su hombro.

Bucky frunció el ceño y se quedó de brazos cruzados mientras dormías en su hombro, sin embargo pronto se relajó y te arropó con una manta que había ahí.

Ya cuando la película terminó te llevó a tu habitación y te metió en la cama donde antes que se fuera, murmuraste algo así como un "gracias", y "buenas noches".

Bucky no sabía describir bien lo que sintió en ese momento, pero le gustó, y honestamente ahora deseaba que momentos como esos se repitieran más frecuentemente.

A partir de ese momento Bucky comenzó a buscar instancias donde pudiera volver a sentir lo mismo. Ya fuera que te empujara por accidente al pasar por tu lado y disculparse con su mano en tú hombro, o en noches de película sentarse a tu lado, o incluso durante entrenamientos donde pudiera hacer combate de cuerpo a cuerpo contigo.

Ambos se empezaron a volver más cercanos por lo que ya no necesitaba excusas para darte un abrazo o tener su mano en tú hombro.

Por tanto tiempo a Bucky se le había negado el contacto físico que simplemente se había acostumbrado a eso, y ahora que lo podía tener contigo no lo quería dejar ir por nada del mundo.

Ahora se daba cuenta que ese era su lenguaje del amor, y que lo quería tener solo contigo.

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Bucky había despertado de una pesadilla especialmente aterradora que le dejó mal.

Siempre que sucedía esto él iba a tu habitación y se quedaba contigo ya que no tenías problema, así que eso hizo.

Se asomó por la puerta y vio que estabas despierta usando tu teléfono, por lo que golpeó suavemente captando tu atención.

–Hey Buck, ¿todo bien?–Le preguntaste al ver su expresión algo asustada mientras entraba y cerraba la puerta.–¿Otra pesadilla?

Bucky solo asintió con la cabeza y tu levantaste las frazadas para invitarlo a meterse en la cama contigo, lo cual hizo de inmediato.

Dejaste tu teléfono a un lado y abrazaste a Bucky quien se acurrucó hacia ti escondiendo su rostro en tu cuello, y soltó un pesado suspiro donde sentiste su cuerpo relajarse finalmente.

–Estás bien Buck, todo está bien. Estás a salvo aquí conmigo.–Le dijiste con ternura jugando con su cabello mientras él te abrazaba.

–Muñeca yo... y-yo me... m-me siento seguro contigo.–Susurró en voz muy baja como si tuviera miedo de que le escucharan, escondiéndose aún más bajo las frazadas en tus brazos.

Una sonrisa se formó en tu rostro y dejaste un beso en su frente antes de alejarte un poco para verle a la cara.

–Yo también me siento segura contigo Buck, y me alegra que tu sientas lo mismo.–Le dijiste con una sonrisa acariciando su mejilla.

Bucky bajó la vista por un segundo a tus labios y se quedó viéndolos antes de volver a verte a los ojos algo dudoso.

Poco a poco se acercó pasando su nariz por la tuya y decidiste por acortar la distancia besando sus labios con suavidad provocando que soltara un suspiro aliviado y te besara de vuelta con un poco más de intensidad.

Te acercó aún más a él abrazándote por la cintura profundizando en el beso y una vez se quedaron sin aire, se alejó viéndote con una sonrisa.

–Quién diría que el soldado que no le gustaba que lo tocaran no puede despegarse de mí.–Le dijiste con una risita haciendo que sonriera rodando los ojos.

–Cierra la boca.–Murmuró escondiendo su rostro en tu cuello tomando tú pierna para que la pasaras por su cadera sin dejar de sonreír.

Soltaste una pequeña risita dejando un beso en su cabeza, y lo abrazaste aún más fuerte mientras él de vez en cuando besaba tu cuello soltando un suspiro aliviado al estar en tus brazos.