Capítulo 16: La Primera Misión

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Carolina

Me encontraba nerviosa e ansiosa, había podido convencer a Rixton que me dejara ir con Connor, Jale y Viktor a una misión. Mike se quedaría haciendo de niñero de Flor, se molestó pero no podía protestar ante las órdenes de su padre. Entraríamos a la casa del presidente, el cual había revelado algunos rostros de la gente que pertenecía a una de las mafias de Rixton. Eso lo enfureció y nos ordenó que entramos a su oficina para encontrar algo que lo comprometiera, ya que el presidente había estado en tratos de corrupción y Rixton le amenazaría con esas pruebas. Afirmando que se lo entregaría a cualquier reportero si no decía que era una falsa alarma a la prensa, que los rostros que habían identificado no estaban involucrados en nada.

Rixton dudaba de dejarme ir ya que el presidente brindaba de muchos escoltas y me pondría en peligro, pero yo le afirmé que podía hacerlo por mi entrenamiento y que estaba enterada de los riesgos. El sonrió ante mi valentía y se rindió, permitiéndome ir. Me puse unos jeans negros junto con una blusa del mismo color y botas ya que hacía frío porque se encontraba de noche.

- ¿Estás segura de ir? - me preguntó Jale con notoria preocupación.

- Sí, no te preocupes yo solo vigilaré la puerta. - expliqué sin darle importancia.

- Si no quieres ir no tienes que hacerlo.

Puse los ojos en blanco.

- Te pondrás en peligro, linda. - dijo Connor quién estaba con su cabello negro recogido en una coleta haciendo que sus ojos grises junto con su ropa negra resaltarán.

- Ya lo sé - lea respondí a ambos. - Quiero hacerlo.

- Está bien. - afirmó Connor.

Nos armamos de pies a cabeza, Rixton antes que saliéramos nos informó que solo había una alarma y su hacker ya se había deshecho de ella. Me miró cómo si estuviera arrepintiéndose, cómo si estuviera cometiendo un error.

- Déjala, es terca como una mula.

Fijé la vista en Mike quién iba bajando de las escaleras con Flor de la mano. Le sonreí a la niña y ella me devolvió la sonrisa.

- Mira - señaló al castaño.

Fruncí el ceño hacía él sin entender hasta que veo la coletas mal hechas en su castaño cabello, suelto una carcajada tapándome la boca con la mano en el proceso. Los chicos atrás de mi me siguen la risa, me limpió las lagrimas de los ojos intentando parar de reír.

- Divino.

Me mira con frustración. - No puedo decir lo mismo de ti.

- Yo no tengo la culpa que no tengas buenos gustos, idiota.

- Ya váyanse. - ordena Rixton.

Los cuatro asentimos pero puedo escuchar la voz de Mike - Si le llega a pasar algo, no se atrevan a volver por qué los quemaré después de matarlos.

No los veo por qué estoy saliendo por la puerta pero pude sentir como los chicos se tensaban.

Nos dirigimos hacia la misión en una de las camionetas de Rixton. Me senté en el asiento de atrás con Jale mientras que Connor en el asiento del conductor y Viktor a su lado. Cuando llegamos a la mansión del presidente, Jale voló hacia una de las ventanas conmigo en su espalda, la abrí y ingresé al interior al flexionar mis brazos, mientras los demás volaban por su cuenta hacía la misma ventana. Prendí la linterna que Viktor me había dado en el camino, pude identificar que la habitación que nos encontramos era su oficina.

Claro, tenían todo planeado

Enfrente de nosotros se encontraba un escritorio a centímetros de distancia junto con unos cajones como el de Rixton y una silla negra giratoria. Me dirijo hacía la puerta para después abrirla para confirmar que nadie venía, mientras los chicos buscaban.

- Despejado. - afirmé.

Escuchaba ruidos de cajones cerrarse y papeles volando por todo lado, me sobresalté cuando vi como un guardia se acercaba. Saqué el arma que Rixton me había prestado y le apunté después de ponerle el silenciador, disparé dándole la bala en la cabeza, este cayó hacía atrás, provocando un ruido en el suelo.

- ¿Qué fue eso, nena?

Preguntó Viktor antes de salir de la oficina y ver el cuerpo del guardia.

- Lo maté.

Guardé el arma mientras observaba su reacción de asombro.

- Si, lo has hecho - se dirigió hacia la puerta abriéndola en el proceso - ¿Encontraron algo?

- Si, hay múltiples documentos, en papel y en su computadora. - informó Viktor mientras hackeaba el computador sentado en la silla.

- Se habrá escuchado el ruido arriba, ya nos tenemos que ir.

- ¿Ruido? - Jale sale confundido hasta que ve el cuerpo.

- Vámonos.

- ¡Ey! ¡Ladrones! ¡Chad llama a la policía! - gritó una mujer en bata que supuse que era su esposa mientras bajaba las escaleras.

- Súbete a mi espalda.

Me subo a la espalda de Jale mientras salíamos por la ventana, hasta que llegamos a la camioneta y Connor aceleró a toda velocidad.

- Bueno, ¿Quién tiene hambre?

Los tres dirigimos la vista con el ceño fruncido hacía Connor, quién se encontraba muy tranquilo, pero al ver nuestras cara se encogió de hombros.

- ¿Qué?

Los tres ponemos los ojos en blanco soltando una leve risa.

Peligrosa Atracción ©Where stories live. Discover now