¿Pablo o Gavi?

Capítulo 57. ¿Nos conocemos de algo?

Estuvimos un buen rato haciendo el vago en la cama después de quitarnos las ganas que teníamos el uno del otro. Me encantaba que nos quedáramos abrazados desnudos después de follar. Estaba cogiéndole el gusto a acariciarle el pelo mojado y su carita con las mejillas rojas. 

-Voy a tener que bajar a cenar -dijo mirando la hora en el móvil. 

Yo me quejé un poco pero sabía que debía hacerlo, así que le di un último beso y me levanté junto a él para vestirnos. 

Les envié un mensaje a las chicas para decirles que yo bajaba ya al comedor y que vinieran cuando quisieran. 

Cuando llegamos los jugadores ya estaban sentados, pero faltaba Pedri, el cual apareció unos minutos más tarde llevándose una multa. Los chicos se le rieron pero él no hizo mucho caso, tenía cara de estar pensando en otra cosa. 

Al rato bajó Sira y por último Sofía, quien también venía con cara de acelga. Supuse que habrían discutido o algo, así que no pregunté ni dije nada. 

Al acabar de cenar Pedri subió directo a su habitación. Acompañé a Gavi hasta la suya y luego me dirigí hacia la del canario, después de explicarle a mi novio lo que había visto y decirle que quería comprobar que Pedri estaba bien. 

Toqué a la puerta al llegar y tardó unos minutos en abrir. 

-Hey, ¿Puedo pasar? -pregunté al verle. 

-Claro -contestó apartándose. 

Ambos salimos al balcón y nos sentamos mirando las luces de la ciudad. 

-¿Qué tal el día? -me interesé, no quería ir directamente al grano. 

-Bueno, pues bien, aunque todavía sigo cansado del viaje -explicó éste sin mirarme. 

-Normal, todavía lo estoy yo, no me imagino tú que encima has ido a entrenar -asentí. 

Él se limitó a encogerse de hombros y mirar al frente. 

-¿Sabías que los de la selección portuguesa también se alojaban aquí? -preguntó de repente. 

-Mm, sí, me lo dijo Sofía ayer, y además hemos visto a alguno esta mañana -conté sin darle mayor importancia. 

El canario asintió y de nuevo se quedó en silencio.

-¿Por qué me lo preguntas? -volví a hablar. 

-No, por nada -negó con la cabeza. 

-Pedri -dije de forma suave. 

-¿A ti te parece guapo João? -preguntó sin venir a cuento. 

-¿Qué? -sonreí. 

Él dirigió la mirada hacia mí de forma seria. Al darme cuenta de que no bromeaba retiré mi sonrisa y me encogí de hombros. 

-Pues no sé, sin más, tampoco es que me haya fijado mucho en él -reconocí-. ¿Por qué me preguntas eso? 

-Porque parece ser que Sofía sí se ha fijado -soltó. 

Yo fruncí el ceño y me quedé pensativa. 

-Bueno, pero tampoco es nada malo, todo el mundo tiene ojos -intenté no darle importancia. 

-No, si no digo que sea malo, pero casi se le cae la baba cuando nos lo hemos cruzado por el pasillo -continuó. 

Entonces tomé aire e intenté buscar alguna justificación o cualquier cosa que pudiera animarle. Es verdad que Sofía era bastante sincera a la hora de decir lo que opinaba sobre cualquier cosa, quizá a Pedri le hubiera sentado mal que fuera tan directa.