Capítulo 80. Sorpréndeme.

20.8K 738 96
                                    

Volvimos a casa un rato después. Les escribí a mis amigas para decirles que a las 4 las pasaba a buscar para ir a tomar algo, quería darles una sorpresa con el coche nuevo. Sara dijo que no estaba, así que convencí a Gavi de que viniera con nosotras, ya que cabíamos todos. 

El sevillano aceptó y después de comer ambos montamos de nuevo al coche. Pasé primero a Andrea, luego a Inés y por último a María. A todas les encantó mi regalo y Gavi sonreía orgulloso cada vez que lo decían. 

-¿Y tú que le has regalado? -me preguntó Andrea mientras aparcaba. 

-Todo mi amor y cariño -bromeé. 

-Pues menuda mierda -soltó Inés. 

Yo me giré hacia ella ofendida y ésta rió. 

-Aún no le he dado nada. Le había comprado una cosa pero comparado con el suyo sí que era una mierda, así que lo cambiaré -expliqué a mis amigas mientras bajábamos del coche. 

-Ya te he dicho que no hace falta -suspiró Gavi mientras se ponía la capucha. 

Yo hice caso omiso y sonreí. 

-¿No estás nerviosa? Todo el mundo os va a mirar -preguntó Inés. 

-Yo estoy súper nerviosa -contestó María y los demás reímos. 

-Un poco -contesté sin darle importancia. 

En realidad lo estaba mucho. No me importaba que la gente nos mirara por la calle o lo que fuera, pero no estaba acostumbrada a que lo hicieran conocidos. 

Llegamos al bar en el que habíamos estado hacía unos días y por suerte todavía no había mucha gente. Nos sentamos en una mesa alta y mis amigas se pidieron una copa. 

-No descansáis eh -les dije después de pedir unos refrescos para mí y para Gavi. 

-Oye, que Gavi entrena todos los días, pues nosotras también. No hay que perder el ritmo -me explicó Andrea. 

-Sí, sí. Deporte de riesgo hacéis vosotras -negué con la cabeza. 

Todo el mundo que pasaba por nuestro lado se nos quedaba mirando, con más o menos disimulo. Para mi sorpresa Gavi estaba bastante cómodo. Pero era normal, él no conocía a nadie, así que para él era como estar en cualquier otro sitio. 

Me gustaba mucho que Pablo se llevara bien con mis amigas. No paraban de hablar, aunque la mayoría de cosas que decían ellas eran tonterías, pero a él le hacían gracia, no se molestaba. 

-Mierda -dijo de repente Andrea mirando detrás de mí. 

Esa reacción me sonaba. 

-No, por favor -pedí mirándola. 

No pudo volver a decir nada, porque a los pocos segundos Javi se paró a mi lado. Creo que no había visto a Gavi aún, porque cuando lo miró se quedó un poco desencajado. En cambio, al sevillano no pareció importarle mucho su presencia, solamente lo observó y después apartó la mirada mientras le daba un trago a su refresco.

-Buenas -dijo por fin Javi dirigiendo la mirada hacia mí. 

-Hola -acerté a decir. 

-¿Qué tal estás? No has contestado mis mensajes -preguntó tranquilo. 

-Estoy bien. No he cogido mucho el móvil, perdona -mentí, no me apetecía contestarlos-. ¿Tú estás bien? ¿Cómo llevas la herida? -me interesé sin maldad. 

-Bien, ya casi se me ha curado -contestó. 

Yo asentí sin saber muy bien qué decir a continuación. 

¿Pablo o Gavi?Where stories live. Discover now