¿Pablo o Gavi?

Capítulo 76. Pablo, no es lo que parece.

Acompañé a que curaran a Javi, aunque no pudieron hacer demasiado, tenía una brecha profunda y lo mejor era ir a urgencias. 

-No es nada, qué exagerada eres -me dijo mientras montábamos a mi coche en dirección al hospital.

-¿Que no es nada? ¿Pero tú te has visto? -me enfadé. 

Llevaba toda la camiseta llena de sangre, las manos y también el pelo. Me costó rato convencerlo para ir a que se lo miraran pero al final accedió, y menos mal, porque sino no me quedaba tranquila. 

Llegamos y entramos rápido. Tuvimos que esperar unos pocos minutos, pero no tardaron mucho en atenderlo. Le volvieron a curar y le pusieron cuatro puntos. Yo esperaba impaciente a ver qué le decían. 

-Los puntos se te caerán solos, así que no tienes que volver, a no ser que se te infecte o cualquier cosa, pero de momento así está bien -dijo el médico. 

Yo asentí mirándolo y Javi dio las gracias. Salimos de nuevo hacia fuera para dirigirnos al coche. Avisé a mis amigas de que ya me iba para casa, de las cuales tenía varios mensajes preguntándome que qué había pasado al final. No quise que me acompañaran porque el jaleo había sido por mi culpa y no quería arruinarles la noche, así que se quedaron en la discoteca después de insistir varias veces. 

-¿Te llevo a casa? -pregunté a Javi mientras me ponía el cinturón. 

-No sé, ¿A dónde vas tú? -me preguntó de vuelta. 

-A casa -me encogí de hombros. 

Entonces asintió y yo conduje hasta la suya. 

-¿Seguro que estás bien? -pregunté mientras frenaba delante de su portal. 

-Estoy bien -contestó desanimado. 

Yo lo miré desconcertada y preocupada. 

-Si necesitas algo llámame -ofrecí. 

-¿Puedo llamarte ahora? -preguntó. 

-¿Qué? ¿Necesitas algo ahora? -fruncí el ceño, no lo entendí. 

-Que te quedes a dormir -contestó. 

A mí se me heló la sangre y por un segundo se me paró el corazón. 

-Javi, ¿Qué dices? -pregunté mirándolo. 

-Por favor, Alexia. Sólo quiero que hablemos un rato. Te echo de menos -contestó éste. 

-No... yo... no puedo -negué con la cabeza. 

-Te fuiste sin más, sin esperar nada ni a nadie. Dejaste todo atrás y has empezado una vida totalmente nueva, sin que te importe nada -comenzó a decir. 

-¿A quién querías que esperara, Javi? ¿O a qué? -pregunté sin esperar ningún tipo de respuesta. 

-Qué rápido se te han olvidado 5 años -suspiró éste. 

No era justo lo que me estaba diciendo. No lo era. 

Lo habíamos dejado porque los dos estábamos de acuerdo. La relación estaba quemada y ya no iba a ningún lado. Nos queríamos mucho, sí, pero no era suficiente. Los últimos meses no habían sido más que discusiones y ninguno de los dos podía más. 

-Estás siendo muy egoísta -giré mi cabeza de nuevo hacia el volante. 

-¿Egoísta yo? Lo único que he hecho desde que te fuiste ha sido pensar en ti. Ver tus fotos por todos lados, verte en la tele, en youtube, en todas la redes sociales. Tú me dejaste atrás pero yo no he podido hacer lo mismo, apareces en todos los sitios, los recuerdos me abruman a cada lado que voy -soltó con rabia.