Capítulo 14

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Aún podía sentir los labios de Emma sobre los suyos, llevó sus dedos a tocar suavemente sus propios labios y un suspiro salió de entre ellos. Emma lo tenía atontado y solamente se habían besado. Ambos inexpertos en expresarse estaban en un punto intermedio entre ser o no ser algo.

Por supuesto que Keisuke quería que Emma fuera su novia, llevarla de paseo y quemar juntos los mejores autos que pudieran encontrar.

Aunque lo mejor era omitir esa última parte, no quería meterla en problemas. Volvió a suspirar.

—Suspiras una vez más y te lanzo esta revista —escuchó la voz de Kazutora al otro lado de la habitación.

—¿No puedes ignorarme?

—Tus suspiros son casi gritos, maldición ya pídele salir formalmente y deja de suspirar.

—Lo haré —obviamente lo haría pero a su tiempo, a su manera.

Antes que siquiera pudiera pensar en qué decirle a Emma había todavía un asunto que tenía que resolver, aparte del asunto de Kisaki.

Fue así cómo tres días después se encontró con Mikey y Draken. El más bajo miró a Baji con añoranza, algo a lo que no estaba acostumbrado a demostrar frecuentemente. Keisuke miró tranquilamente hacia el cielo y después clavó su mirada en Mikey.

—Espero que ya sepas qué hacer.—le dijo, fue sólo un segundo pero pudo notar tensión en la mirada de Mikey.

—¿Cómo sabías lo que estaba pasando? —le preguntó Draken refiriéndose a la pelea en navidad. Cuando terminaron de pelear Kazutora y él desaparecieron del lugar junto a Takemichi en cuanto pudieron que no hubo tiempo para explicaciones.

—Chifuyu —se limitó a responder.

Se aseguraría de recompensar a Chifuyu por tan buena información, a pesar de todo ese chico sabía cómo ayudarlo sin siquiera estar de acuerdo.

—Kazutora —la voz de Mikey sonó como un vidrio roto. Baji le miró esperando que continuara, pero de repente Manjiro se había quedado en silencio.

—¿Qué hay con él?

Mikey bajó la mirada, pensando en qué decir. El nombre de Kazutora simplemente había salido de sus labios antes de que pudiera pensar en qué más decir.

Draken sintió la incomodidad de Mikey e intervino por él.

—¿Está bien?

—Sí.

—¿Cuándo volverás a ToMan?

ToMan era especial para Baji, pero ya no había lugar para él. Ahora su división estaba en manos de Takemichi, quién después de haber visto su determinación no podía dejar de pensar que estaban en las mejores manos y la tercera división siempre sería la de Pah-chin sin importar qué.

—Ya no hay lugar para mí allí.

—Siempre hay lugar para ti —le aseguró Draken.

—¿Sólo para mí?

Y ahí estaba. Draken aplanó los labios en una línea, habían cosas que simplemente no podía decir porque no sabía que era lo que pasaba por la cabeza de Mikey en esos instantes. Se giró a ver al rubio y cuando lo vió, se extrañó al ver una pequeña sonrisa en su rostro.

—Espero volverte a ver —fue lo que dijo Mikey. Le había dado escalofríos, Mikey no era de las personas que decían ese tipo de cosas mucho menos a él. Pero la verdad era que sí que se verían pronto y a menudo.

—Lo harás. Voy a salir con tu hermana.

Aquello fue como arrojar un balde de agua frío a su rostro. La expresión de Mikey se desfiguró a una llena de impresión y desconcierto, demasiado para su habitual expresión. A su lado Draken no daba crédito a lo que había escuchado.

Cero interés | BajiEmma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora