Capítulo 15: Final.

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Cuando fue consciente de lo que estaba sintiendo por Baji Keisuke recordó de nuevo esa ocasión en el hospital cuando por primera vez le había dicho que tenía cero interés en él. Pudo haberse mordido la lengua si hubiese sabido que en un futuro no muy lejano ella estaría arreglándose para verse bien frente a él. Escogiendo un Kimono del color de sus ojos y arreglando su cabello de la forma más linda posible.

Cuando ya era hora de irse al santuario Emma sintió que las piernas la traicionaban. Estaba nerviosa a morir, esos nervios que no había sentido tan fuertes cuando estaba tan cerca de Draken. Baji tenía esa reacción en ella. Tomó una inhalación, otra más y otra más...

Las mariposas en su estómago de calmaron y ella lo agradeció. Se despidió de su abuelo, en la entrada de la casa Mikey y Draken la esperaban vestidos con sus respectivos Haori.

De camino al santuario Mikey y Draken iban conversando acerca de asuntos de su pandilla, que si bien ella los iba oyendo no les estaba prestando para nada atención. Esa era una de las razones por las que podían conversar frente a Emma sin problemas, no había nada que le importara menos que esa pandilla.

Empezó a notar que había cada vez más gente usando Kimonos y Haori. Estaban cerca ya y a lo lejos vislumbraron a Takemichi junto a Chifuyu, Mitsuya, Hakkai y una chica que alguna vez conoció como la hermana de Hakkai. Habían dos pequeñas niñas también. Mikey y Draken se acercaron a ellos, ella sin embargo, se alejó en busca de Hina, Kazutora y Baji.

No encontró a ninguno apesar de haber dado vueltas y vueltas. Lo primero que pensó fue en Baji, pensó en que la había dejado plantada y el corazón se le arrugó con ese pensamiento.

Hina seguramente se habría quedado en casa para no ver a Takemichi. Y si Baji no venía, Kazutora tampoco. Era ella sola.

Se sentía sola.

El querer seguir buscándolos se instaló en su cabeza, todavía era temprano y la gente recién comenzaba a llegar. Sin embargo, no se movió. Sus pies parecían anclados al suelo. La gente pasaba por su lado y ella seguía quieta como una estatua. Pensando. Dudando.

Un sollozo quería aflorar desde el fondo de su garganta al sentirse tan sola pero su maquillaje le había costado más de una hora que no merecía la pena llorar sin siquiera la confirmación de que la habían dejado plantada.

Inspiró hondo. Una voz dulce y familiar se escuchó detrás de ella. Hinata llevaba el cabello amarrado a un moño y su Kimono era tan precioso que destacaba fácilmente entre tantas chicas. Una sonrisa se formó en su rostro.

—¡Hina!

—¡Emma-chan! —Hina sonrió ampliamente y se acercó a abrazarla. Fue cuando la abrazó que notó la presencia de Kazutora detrás de Hina. Llevaba puesto un Haori, se veía más cohibido de lo normal. Él la saludó agitando su mano.

—¿Dónde está Keisuke?

—Fue a buscar algo por allá.
—Kazutora señaló detrás de él, habían unos pequeños locales con multitudes de gente alrededor. Algunos sosteniendo pequeños tableros donde escribían sus deseos para el próximo año.

Emma les dijo que ya regresaba y rápidamente fue a buscarlo. Intenta abrirse paso entre la multitud, comienza a llamar su nombre. Pero no lo ve por ningún lado.

El corazón le late de manera errática, está frustrada cuando no logra localizar al chico aún y está apunto de gritar internamente cuando a lo lejos entre la multitud ve una coleta y supo que era él.

—¡KEISUKE! —gritó sin importarle atraer miradas. El chico se dio la vuelta y al verla sonrió.

Emma sigue intentado abrirse paso entre la gente y Baji hace lo mismo, la multitud continua pasando e interponiendose en su camino. Hay un momento donde ambos vuelven a hacer contacto visual y sin aflojar el ritmo llegan a encontrarse. Lo primero que hace Baji es tomarla de la mano y sin decir nada la saca de ese lugar.

Cerca del santuario hay varios árboles, Baji y Emma se esconden entre los árboles. La respiración de ambos es agitada, abrirse paso entre tanta gente es desesperante que ahoga cada fibra del cuerpo hasta agotarlo. Emma recupera el aliento y lo pierde de nuevo cuando Baji la besa sin previo aviso, pero dulcemente.

Ella lo abraza y él atrapa su rostro con sus manos. Se separan y Keisuke le da otro pequeño beso en su nariz.

—Creí que me dejarías plantada —confiesa avergonzada mientras esconde su rostro en el pecho de Baji.

—Solo me he tardado cinco minutos —se burló. Ella lo sabía, pero cinco minutos se sentían como una eternidad cuando se trataba de él, desde que había sido sincera con sus sentimientos ese deseo por estar todo el tiempo posible con Keisuke era enorme y la absorbía. Aún cuando no eran nada oficialmente.

Ella no dijo nada, no sabía que responder. Sólo quería estar así, cerca de él escuchando sus latidos mientras a lo lejos el bullicio de la gente parecía cada vez más lejano.

—Me gustas.

Extrañamente se siente sorprendida, levanta la mirada, se aparta de él para ver cada detalle de su rostro en busca de un indicio de burla.

—Te preguntaría si hablas en serio, pero dado que ya me has besado más de una vez... —Ella sonríe, Baji suspira.

—¿Aún tienes cero interés en mí?

—Creí que te harías cargo de ese asunto —le sonríe burlona.

—Por mucho que lo intente si no tienes un poco de interés en mí esto no nos llevará a nada —la mano de Keisuke llega hasta su mejilla. Emma se eriza ante su tacto.— Me gustas y quiero amarte. Quiero besarte y grabar tu sonrisa en mis ojos por el resto de mi vida. Eres mi nuevo motivo por el cual seguir viviendo.

Emma lo observó en silencio, aquella era exactamente la escena que hubiese deseado hace mucho con Draken. Lo sabía. Pero ahora que estaba frente a Baji, con el corazón acelerado y los sentimientos a flor de piel estaba más que segura que él sentimiento jamás hubiera sido igual.

Porque Keisuke estaba frente a ella mostrándole una faceta que nunca había visto antes. Hablando con el corazón, mientras la tocaba tan gentilmente. No sabía si era digna de ser amada de esa forma, pero le daba igual. En ese momento se sentía digna de todo lo bueno en el mundo.

Porque ella también quería grabarse esa mirada gentil en su memoria por el resto de su vida.

—¿Puedo ser tu novio?

—Sí —respondió al instante. Ella le agarró la mano— Me gustas, tengo todo mi interés en ti Keisuke. Mírame, escúchame, quiéreme, ámame. Y si algún día me eres infiel que sepas que Mikey no te dejará ileso.

Keisuke se echó a reír y la abrazó. Entre el bullicio de todas las personas le dijo que no había forma en que eso pasara.

Volvieron tomados de la mano y se reunieron con Hinata y Kazutora. El grupo se dedicó a pasar el año nuevo con alegría, festejando por los buenos deseos de cada uno y por un próspero año.

Aunque se sentía como en un sueño, Emma apretó la mano de Keisuke en todo momento y se dejó llevar por los buenos momentos que estaban compartiendo juntos. Y por primera vez se sintió tan conectada con alguien que era imposible para ella en ese momento pensar que alguna vez tuvo cero interés en él.

















Agradecimientos

A todos por seguir está historia hasta el final. Me alegra muchísimo haber escrito este fanfic, me gusta mucho el Draken x Emma pero el BajiEmma se ganó un lindo espacio en mi corazón shipper.

¿Quien es la chica en la que está interesado Draken? Bueno, estaba revisando mis borradores y encontre un fic de la crackship entre Yasuda y Draken, decidí incluirlo a este universo. Prometo que será el último fic de este universo jaja.

Muchas gracias de nuevo por haber llegado hasta aquí, nos leemos en un futuro.



Cero interés | BajiEmma Where stories live. Discover now