Capitulo 03: Baela.

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Aemond.

Las pisadas en el pasillo despiertan mi curiosidad, por las voces que se cuelan a través de la vieja  madera de la puerta, no tardo en reconocer de quien se trata, son los efusivos e inquietos Velaryon, asomo mi cabeza por la puerta y estában a punto de cruzar el pasillo, pero no iban solos, las dos gemelas de Daemon los acompañan y extrañamente la pequeña bastarda no esta con ello.

El simple hecho de su ausencia, me causa inquietud, no es normal que no este apegada a ellos como un guardia protector y eso solo me hace preguntarme si en realidad ella y Aegon volvieron anoche.

Debía asegurarme que así fuera, de otra forma la única persona a la que implicaría en el porque no volvieron, seria a mi.

Abrí la puerta y me encamine hasta los aposentos de Aegon, están a unos pasos de los míos, por lo cual no reparo en tocar antes de abrir.

El olor a alcohol inunda el lugar,sus ventanas aun están cerradas, pase directo a ellas para abrirla. Aegon esta a medio vestir sentado en la cama tratando de permanecer consiente mientras boquea, esta hecho un asco pero lo mas notable además del su aspecto es la falta de la Velaryon ahi.

Aegon se restriega los ojos antes de mirarme cegándose con la luz que se cuela por la ventana.

—Y extrañamente sigues con vida después de todo.—ironice chasqueando mi lengua.

Su semblante esta demacrado solo ds fe a la noche llena de alcohol que tuvo, gimotea antes de hablar sosteniéndose de la cama.

—¿Has visto a Rhaelys?.—pregunta en balbuceo con la voz carrasposa. Mi ceño se contrajo de inmediato.

—¿Por que demonios yo debería saber donde esta tu prometida?,—inquiero, era absurdo que me lo cuestionara.—Que yo sepa durmieron juntos anoche.

—¿De Que hablas?.

El rostro de Aegon era todo un poema, desconcierto puro, y no sabia con certeza si fingía o estaba tan borracho como para olvidarlo.

—No te hagas el imbécil Aegon. Los vi en la calle de la seda, ¿O no eras tu y tienes algun gemelo del que no sabía?.

Aegon permaneció pasmado en su sitio a duras penas puede procesar mis palabras.

—No, no...—Negó de inmediato.— Yo no pase la noche con Rhaelys—asegura mirándome con temor.—Ni siquiera se como  llegue hasta aquí.

De verdad que era un imbécil.

—¿¡Por que carajos la llevaste a ese lugar si no ibas a cuidar de ella!?.—cuestiono alzando la voz con molestia.

—¿¡Y a ti porque te preocupa si nunca te ha importado!?.—replica a la defensiva de la misma forma

—No seas idiota.—escupo apretando mi mandíbula.—Claro que no me importa tu estúpida bastarda, me da igual si desaparece, incluso creo que nos haria gran un favor.

Camino por la habitación metidadon los alcances de estupidez que tenia mi hermano, era realmente un idiota y ni siquiera lo ocultaba, pero Rhaelys lo veía como el hombre mas valeroso del mundo.

—Yo estuve en ese maldito burdel también.—vuelvo hablar pateando con mi pie una copa del suelo.— Y no quiero tener que lidiar con la espada de Daemon en mi cabeza, cuando se entere que su hija no aparece y que tu y yo estuvimos con ella.

—¿Estabas con ella?.—la mirada de Aegon es confusa y seria, y no puedo creer que en lugar de mover su culo e ir a buscar a Rhaelys, este preguntando estupideces por celos.

—Se acerco a mi a disculparse interrumpiendo  una buena follada.—menciono de mala gana, acomodando mi camisa, jamás me gustaría la bastarda y el no podía si quiera creer que la vería de otro modo.— Así que si me tope con la bastarda y tú eres un borracho y un imbécil.

Passions and Blood.Where stories live. Discover now