Capitulo 07: Vino

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Rhaelys.

La pierna ya no sangraba pero dolía con cualquier movimiento brusco. Me arrepentía de todo, si, pero sobretodo del vino que comenzaba a pasarme factura con el incesante dolor en mi cabeza cada que la sepa hablaba.

Toda la mañana he estado escuchando la historia sobre como Aegon el conquistador ordeno que cortasen los arboles de no se quien. ¿Que si me importaba?, Claro que no

Pero los persistentes llamados de la reina no se iban a terminar sino accedía a sus peticiones, a puesto que de haber tenido la pierna mutilada incluso me hubiese llevado arrastres a la cita, porque si había algo compartía con su hijo, era una irreverente despreocupación por la vida o el tiempo de los demás.

Se presento alegando que debería formarme como una mujer culta en historia y filosofía, idea proporcionad por Aemond, claro esta.

-Septa Mildred.-Llame a la mujer no mayor de sesenta y algo días del nombre.-¿A caso no ha sido suficiente por hoy?.

La mujer hizo el amago de reírse pero era muy respetuosa como oara burlarse en mi cata, los ojos oscuros me miraron con vacile por un momento.

-Suficiente será, cuando logre contarme al menos la mitad de las travesías de los primeros Targaryen.-comento en forma de reproche.-Princesa, ser una Targaryen no implica solo saber Alto valyrio y volar en dragones.

-¿Ah no?.-Ironice.-Bueno pues yo tampoco tengo un dragón así pensé que el alto valyrio era una ventaja.

La mujer ignoro mi penosa revelación y volvió a centrarse en lo que decía.

En Dragonstone no me preocupaban las clases a como eran impuestas en Jace, si bien era cierto era la hija mayor y debía dar el ejemplo, el seria el heredero después de todo, era su deber hacerlo, y yo prefería estar rondando por lo alrededores del castillo a la espera de que algún dragón me comiera, en lugar de escuchar las extensas sesiones con los maestres.

Aunque fuera la hija mayor de mi madre el saber desde un comienzo que mi puesto como primogénita no tendría relevancia en Driftmark o en king's landing por ser mujer, ya poco me emocionaba someterme a la penosa situación de ver como Jace se preparabas para ser alguien importante, cómo lo es un rey, cuando yo terminaría expulsando bebes para algún lord. Pensé que al casarme con Aegon solo debía lucir vestidos bonitos y comer pastelitos de limón en la corte, pero por culpa de Aemond ahora debía instruirme como una mujer intachable en estudio, aludiendo que mi carencia de educación y descortesía en ocasiones  me brotaba de los poros. Cosa que no era cierta del todo.

Y no es que odiase estudiar o fuera mala en ello, de vez en cuando estudiaba por mi propia cuenta en alguna cueva o escondida en algún rincón, alejada de todos. Creía que si alguien se llegase a enterar,  lo tomarían como una burla y comentarían cosas como : .

«¿Para que lo hace sino hará nada importante?»

«Una perdida de tiempo»

«Las mujeres solo cumplimos con la batalla en el parto, no mas».

Por lo que no dije nada, preferí entrenar a escondidas con Daemon y la espada, o socializar con los dragones, el tiempo con ellos me agradaba mas, ellos no hablaban y no juzgaban, podrían comerme, si. Peo jamás escucharía un comentario hiriente proveniente de ellos. Al menos que alguno se quejara de mi sabor cuando me devorara.

Podía jurar que la idea de Aemond tenia como único fin, recordarme día a día que no importaba lo que hiciera o lo que fingiera ser, nunca seria nadie. Porque no importaba si me hubiese esforzado estudiando y devorando libros antes, eso no cambiaria el hecho de que Jace seria rey y yo ni siquiera era capaz de heredar Driftmark por ser una débil y simple mujer, nada me cambiaria quien era, y yo solo seria la hermana que cuidaba de sus pequeños hermanos, la que los protegía. Así fue de niños y seguirá siendo.
No me pesaba hacerlo.

Passions and Blood.Where stories live. Discover now