Amor Platónico

3

Las clases de Ética siempre eran divertidas, no tanto por lo que aprendían o hacían en clase, sino por Henry. La mayoría de las veces llegaba tarde siempre con una excusa diferente, incluso parecía que lo hacía apropósito.

Tal como le prometió en el bar, llegó con el beanie que le había tomado prestado, con un cigarrillo entre los labios y con sus grandes ánimos de cuestionar la clase.

—No se puede fumar aquí —le dice la catedrática.

—Pero si yo la he visto fumando.

—Afuera, no en lugares cerrados como es el salón de clases.

—Lo dice como si nadie de acá fumara. ¡Levante la mano quien no fuma!

Henry volteó sonriente hacia la catedrática al ver que nadie había levantando la mano.

—Ahí está. Con permiso, voy a pasar.

—Por favor, retírese ahora mismo. Hay estudiantes que sí quieren aprender y usted no hace más que interrumpir la clase.

—Me voy a ir, pero no porque usted me dijo, sino porque yo quiero —Henry se sacó el beanie—. ¡Enzy! Me devuelves el mío cuando termines tu clase con la vieja esta.

Enzo no tuvo más opción que sonreír incómodo al sentir la mirada de todos sobre él. Le gustaba la personalidad tan relajada de Henry, pero no quería meterse en problemas por su culpa.

...

Cuando terminó la clase, Henry lo esperaba afuera sentando en el piso mientras prendía un nuevo cigarrillo.

—Lo haces apropósito, ¿verdad? —le preguntó Enzo.

—¿Qué cosa?

—Hacer que te saquen de clase.

—No es mi culpa que me saquen de clase por existir.

—Entraste fumando y eso está prohibido. Obviamente te iban a sacar.

—Es una tontería. ¿Qué hay de malo con fumar?

—Es malo para la salud.

—¿Entonces porque muchos lo hacen? Y no es lo único "malo" que hacen las personas. ¿Por qué nos hacemos daño apropósito? ¿Acaso todos somos un poco masoquistas? Tal vez lo hacemos para ser un poco felices, aunque sea por un momento. Para desconectar y sentirnos libres de arruinar nuestra vida.

—O porque queremos morir.

—También. ¿Te has dado cuenta como estos últimos años el ser humano ha dejado un poco de lado el deseo de ser inmortales a cambio de el deseo de morir pronto? Hace unos años escuchaba a todos que querían vivir eternamente, ahora escucho a todos al borde del suicidio.

—Nos dimos cuenta de lo horrible que era la vida.

—Exacto.

Henry se levantó sujetándose del brazo de Enzo.

—¿Quieres saltarte una clase? Me gustaría mostrarte algo.

Enzo siempre había sido un alumno correcto y ejemplar. Nunca creyó que se saltaría una clase solo para juntarse con un tipo que estaba fuera de sus cinco sentidos todo el tiempo.

...

—¿Alguna vez has oído sobre la zona feliz de la universidad? —le preguntó Henry mientras se adentraban a un pasillo a oscuras.