11

3.6K 471 172
                                    

—¡Enzo, deja de ignorarme! —le grita Henry mientras acelera el paso—. ¡Enzo!

Enzo sigue caminando lo más rápido que puede. No quiere hacer una escena dramática y mucho menos salir corriendo, pero tampoco está de humor para hablar con Henry.

—¡Lo siento de verdad! ¡No sé lo que hice mal, pero no lo volveré a hacer!

Henry es mucho más alto que él y tiene las piernas más largas, por lo que no tarda en alcanzarlo.

—¿Enzo, no vas a decirme nada? ¿Puedes decirme al menos que hice mal?

—No quiero hablar contigo ahora.

—¿Por qué?

Nuevamente lo ignora.

—Bien. No es necesario hablar ahora, pero por favor no hagas nada de lo que vayas a arrepentirte.

—Henry, no voy a suicidarme. Deja de ser tan dramático. No quiero hablar contigo y ya.

Tal vez Enzo tenía razón, solo estaba siendo muy exagerado y dejando que sus traumas del pasado se apoderen de él. Ya tendrían su momento para hablar las cosas. Tampoco podía obligarlo a hablar.

...

Enzo llega a su apartamento y toma su teléfono buscando aquel número que había pensado mil veces borrar y nunca había tenido el valor de hacerlo.

—¿Joseph?

—Enzo... ¿Ahora qué quieres? —por el tono de su voz se notaba que estaba muy ebrio. Nada sorprendete viniendo de él.

—¿Podemos vernos?

—¿Ahora? Si mi memoria no me falla, la última vez que nos vimos me deseaste la muerte y saliste llorando como un... ¿Para qué quieres verme? Pensé que me odiabas.

—Últimamente he estado pensando en ti.

—¿Me extrañas? Eres un poco masoquista.

—¿Dónde estás?

—¿Dónde estás tú? En México definitivamente no. Estás aquí en Los Ángeles de nuevo. ¿O me equivoco?

—Sí, estoy de nuevo aquí.

—¿Estudiando?

—Sí, filosofía.

—Eres demasiado masoquista. Nunca aprendes, ¿verdad? Eres estúpido, Enzo. De verdad me sorprende que yo mismo sea el que te lo diga. ¿Y cómo va ese ojito?

—¿Dónde estás? —Enzo trata de cambiar de tema.

—Tomando un taxi para ir a verte. ¿Dónde estás tú?

—Te mando la ubicación por mensaje. Adiós.

Cuelga la llamada y le manda la ubicación antes de tirar su teléfono sobre su cama. Va al baño y se mira al espejo. Se le queda viendo a la cicatriz que pasa por su ojo. Ha pasado un tiempo desde que ocurrió que ya no duele, pero el recuerdo sigue presente. Algunas personas le preguntan por su cicatriz, otras solo se le quedan viendo. Nunca le ha contado la verdad a nadie. Los únicos que saben lo que verdaderamente ocurrió son él y Joseph, el causante de todo ello.

...

La mejor forma de olvidar sus problemas siempre fue el alcohol. Ahora quería olvidar un rato a Enzo y enfocarse en disfrutar su vida.

Amor PlatónicoWhere stories live. Discover now