De Luca

ADIÓS WHITMORE, HOLA SALVATORE.

El día ha llegado. El día en el que le voy de está maldita ciudad de mierda. Mi padre tiene todo listo para viajar a Londres. Tenemos una casa lista para ser habitada allá, no hay más asuntos para nosotros aquí ya.

—¿Cariño? —la voz de la abuela me saca de mis pensamientos.

Dejo de mirar la ventanilla del coche y volteo hacia ella.

—¿Si? ¿Qué pasa?

—¿Estás bien? No has dicho nada desdé que salimos de casa.

—Si, estoy perfectamente. Solo estoy algo pensativo, nada más. Pero no te preocupes por mi.

—Domi...—toma mano —.Cariño mío ¿Estás seguro de qué quieres que nos vayamos? Aún estás a tiempo de arrepentirte por que una vez que estemos en el aeropuerto no habrá marcha atrás. Piensa bien las cosas.

—No hay nada que pensar abuela, las cosas ya están dichas. Nos vamos a Londres.

—¿Y qué pasará con Alec? Es hijo de Alessio también, no puedes alejarlo de su padre.

Un suspiro sale de mi boca y miro a mi hijo el cuál está durmiendo en los brazos de mi hermana Alice.

—Él no es su padre, su padre soy yo. Alec es solamente mi hijo ahora y así será para siempre. No pienso cambiar de opinión sobre esto, espero que respetes mi elección abuela.

—Muy bien —ella asiente con la cabeza —.Si esa es tú decisión cariño, entonces la respetaré. Solo espero que no te arrepientas.

—Descuida abuela, no lo haré.

No me arrepentiré de esto, estoy completamente seguro de ello. Alec no necesita de Alessio De Luca, él estará perfectamente bien con nosotros, eso lo garantizo.

Dejo de mirar a mi abuela y vuelvo a poner mi atención en la ventanilla del coche. Mi mente es una maldita en estos momentos, me está haciendo recordar todo, todo lo que viví cómo el marido de Alessio. No importa cuánto me torturen los recuerdos, no me harán cambiar de parecer.

Lo que viví cómo Dominic Whitmore y cómo Dominic De Luca ya no es otra cosa más que pasado. Y el pasado tiene que ser dejado atrás para ser mejor. Para ser realmente fuerte.

Adiós Dominic Whitmore y hola Dominic Salvatore. De ahora en adelante seré eso, un Salvatore. El hijo de Alexis Salvatore, el padre de Alec Salvatore y el líder del clan Salvatore. Seré lo que siempre debí de haber sido, una maldita serpiente.

Los minutos pasan lentamente, después de un viaje un poco largo llegamos al aeropuerto de la ciudad.

Bajamos todos del coche, los empleados toman nuestro equipaje y junto con mi familia avanzo hacia la entrada del aeropuerto.

—Iré por los boletos para abordar. No tardo, ya los deben de tener listos —nos dice Damián.

Asentimos y mi hermano se retira.

—En cuánto nos instalemos bien en Londres comenzaremos con tú preparación —comenta papá.

—Bien, entre más rápido regresemos al tablero mejor.

—¿No tienes miedo?

—¿Miedo? No, para nada. El miedo ya no está en mi diccionario padre —contesto.

—Una vez que subamos al avión no podrás regresar a lo que eras.

—No te preocupes, no planeo regresar a ser el que era antes. Era un débil, ya no pienso serlo más.

—Bien, entonces...

—Entonces oficialmente soy Dominic Salvatore —interrumpo sus palabras —.Una serpiente, te juro algo papá... seré la mejor serpiente que nuestra familia haya visto en años.

Alexis Salvatore asiente sin decir nada.

—Los tengo —Damián llega finalmente —.Siete boletos de primera clase para viajar a Londres en unos minutos.

—¿Dijiste siete? —lo miro confundido —.Somos seis ¿Por qué hay uno de más?

—Hay siete por que alguien más va a venir con nosotros —responde mi padre.

—¿Quién? —observo a papá esperando una respuesta.

—Yo —dice una voz masculina a mis espaldas.

Me giro lentamente y quedo frente a frente con el dueño de la voz.

—Señor Dominic, es un placer volver a verlo.

—Dante —digo algo sorprendido —.¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que estabas en Milán.

—Pues ya ves que no, Milán ya no es mi lugar. Aún sigo siendo un mal hijo, la muerte de mi hermano no ha cambiado nada.

—Entonces eso quiere decir que sigues con los De Luca. Alessio te mando ¿Verdad?

—El caso es que ya no trabajo para él.

—¿Qué? ¿Por qué? —lo interrogó sin entender.

—Por que ahora pertenezco al clan Salvatore. Les estoy agradecido a los De Luca por darme un hogar cuándo lo necesitaba. Pero un pájaro me dijo todo lo que ha pasado últimamente, sé que ya no estarás con Alessio. Por lo tanto el estar con él será incómodo para mi. Es por eso que he aceptado la oferta que tu padre me ha ofrecido.

—Dante...

—Dante se encargará de tú seguridad Dominic —dice papá —.Él cuidara de ti.

—Y le puedo asegurar señor Salvatore que así será —Dante mira a mi padre —.Daré la vida por salvar la de su hijo.

—Sé que así será muchacho.

—Ya que estamos todos recomiendo que vayamos abordando —nos dice Alice.

—Si, vámonos —responde mi padre.

Todos tomamos nuestras maletas y avanzamos hacia el área de abordaje.

—¿Estás seguro de qué quieres venir conmigo Dante? —le pregunto al Lombardo.

—Estoy más que seguro Dominic, seré tú guardián de ahora en adelante —responde.

—A Alessio no le va a gustar nada en cuánto se entere.

—Que se vaya al carajo ¿No? Yo quiero hacer esto, quiero protegerte Dominic. Quiero ser tú sombra ahora que vas a tomar el control del clan Salvatore.

—No será nada sencillo regresar a lo que éramos en el pasado.

—Claro que no será fácil, pero confío en que harás que el imperio qué una vez construyeron ustedes los Salvatore vuelvan. Te seré honesto Dominic... amaría ver a los De Luca y a los otros idiotas de rodillas ante las serpientes Salvatore. Espero que puedas cumplir esa pequeña fantasía.

—Todo a su tiempo Dante, todo a su tiempo. Por lo pronto tendremos que hacernos de territorio en Londres. Papá tiene unos viejos amigos allá, ellos nos ayudarán un poco.

—Bien, entonces que comeince el nuevo juego.

—Que comienzo.

—Ah... por cierto quiero decirte algo.

—¿Y qué es?

—Bienvenido Dominic Salvatore.

—Gracias. Es tiempo de que está serpiente comience a morder.