𝓒𝓱𝓪𝓹𝓽𝓮𝓻 𝓯𝓸𝓾𝓻

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Efectivamente, Yibo no mentía, aquel 05 de Agosto no se había presentado a clases. Estaba en clase de Química y su asiento a mi lado estaba vacío, en aquel entonces no me había importado mucho su ausencia, nos habíamos convertido en grandes amigos, no me hacían falta explicaciones, además era su cumpleaños y él mismo lo había dicho.

De igual manera nada de eso me importaba, mi cabeza estaba perdida en otro lado, en otra persona, Ziyi, de verdad quería arreglar las cosas con ella y lo hubiera hecho el lunes, a no ser que como siempre la culpa de nuestras peleas o discusiones, caía sobre mis hombros. Zhan siempre tenía la culpa.

— Xiao Zhan — la voz del profesor me sacó de mis pensamientos, y entonces me di cuenta que el salón estaba medio vacío, la clase había terminado, y con ella el día escolar—

—¿sí? — me hizo señas para que me acerque a él.

— Voy a tomar un examen sobre lo que di hoy la semana entrante ¿podrías llevarle los apuntes de la clase al alumno Wang? —pidió

— Si, Hoy mismo se los llevo profesor Kim. ¡Adiós!

Salí del salón, y después del colegio. Bajé del autobús en la manzana en la que recordaba que él subía. Ahora solo tenía un problema, ¿cuál era su casa?

Tenía 2 opciones: Irme y dejar que se las arregle solo y tal vez dárselas mañana, lo más coherente, o ir casa por casa hasta dar con la suya. Lo que obviamente hice.

Toqué el timbre de la primera casa, un señor mayor salió, me miró de arriba a abajo.

—No quiero tus estúpidas galletas niño— estuvo a punto de cerrar la puerta en mi cara, pero puse mi mano antes de que pudiera hacerlo.

—No vendo galletas señor, estoy buscando a un chico, ¿Wang Yibo? ¿él vive aquí? —pregunte, y sin poder creer lo que estaba haciendo me maldecía internamente.

—No.

Y ahí si cierro la puerta en mi cara. Me Giré sobre mis talones y baje las escasas escaleras, dispuesto a seguir con el resto de casas, en las primeras cinco me encontré: Una monja, un señor con dermatitis atópica en las manos, Una prostituta (me quiso vender su servicio, creo que quede traumado) , y dos personas más, sin nada importante.

Al momento de llegar a la sexta casa casi había perdido todas las esperanzas, y estaba a punto de irme, pero sentía que tenía que devolverle el favor.

Me abrió la puerta una mujer, tenía el pelo corto en ondas, una camisa blanca que combinaba con el pantalón cuadrille negro, y un gran cinturón sobre su cintura, También tenía un lunar debajo de uno de sus ojos.

— ¿Puedo ayudarte en algo? ¿vendes galletas? porque si es así—

—No— interrumpí ¿porque todos pensaban que era un boy scout? — Estoy buscando a un compañero, Wang Yibo, ¿lo conoce?

La mujer pareció dudar durante unos segundos.

—Si— agradecí internamente— Es mi hijo. ¿Por qué lo buscas?

—El profesor de química me pidió que le diera los apuntes de hoy así que quise venir...

—Ah, claro, muchas gracias...— me miro expectante

—Zhan.

—Muchas gracias Zhan— me agradeció y me dejo pasar. Cerró la puerta detrás de mí y gritó— ¡Yibo hijo! ¡Tienes visitas! — no obtuvo respuestas, mas no pareció importarle.

Me acerque a un estante, Tenía una planta y un marco con una foto familiar, tenía una fecha anotada, 20/03/1950, Mire con atención la foto, estaba Yibo de doce años, su madre y lo que parecía ser su padre. Y nadie más. La duda me invadió y no pude evitar preguntar.

—Señore Wang— la llamé y me miró desde el sofá— Disculpe si mi pregunta le incomoda pero ¿Yibo no tiene algún hermano?

— No me incomoda para nada Zhan. No, no tuve más hijos después de Yibo, ni antes— Ella estaba sonriendo y yo sentía como se me iba el aire

—Ah, claro...disculpe ¿dónde queda el baño?

—Arriba, la primera puerta a la derecha— estaba a punto de subir, pero volvió a hablar — ya que subes, ¿podrías ir a dejarle los apuntes a Wang en su cuarto? no creo que se digne a bajar, es la segunda puerta a la izquierda—sonreí y asentí con la cabeza.

En cada paso mis pensamientos daban más vueltas. Cuando finalmente llegué al baño tiré mi mochila al suelo. Abrí la canilla, necesitaba pensar, moje ambas manos en agua y las llevé a mi rostro.

Tiene que haber una explicación razonable, pensaba. Sin embargo, me di cuenta de lo estúpida que había sido su excusa en aquel momento. Quizá yo solamente había confundido los hechos, tenía mucho alcohol en mi organismo, seguro es eso, me dije a mi mismo. O tal vez Yibo si era gay.

Lo único que sabía era que él me debía una explicación, y tenía que ser buena, pero no se la iba a pedir hoy, era su cumpleaños, y además estaba en su casa, no sabía cuando lo iba a hacer, en ese momento solo quería darle los apuntes e irme.

Salí del baño y me dirigí a su puerta. Estaba a punto de tocar, pero esta se abrió repentinamente revelando a alguien detrás.

—-¡Que susto Zhan joder! — había retrocedido unos pasos debido al susto, tenía los pelos revueltos, y seguía en pijamas.

—Hola— las palabras casi no salían de mi boca, quería gritarle todas sus verdades en la cara e irme. Pero como dije, las palabras no salían y no lo hicieron.

—¿Qué haces aquí? — me miraba con los ojos entrecerrados, era posible que no se haya levantado hace mucho.

— Traje los apuntes de química — estire las manos con el cuaderno dentro— lo voy a necesitar de vuelta, obviamente.

— Ah...Gracias, no tenías porque hacerlo— hizo una breve pausa—¿te parece si te los doy el sábado en la fiesta?

— El profesor me pidió que te los traiga, pasa que la semana que viene va a haber examen de esto— Estaba siendo rudo, y eso se podía ver en la cara de Yibo aunque en ese momento yo no me haya dado cuenta— Y si, está bien puedes dármelos el sábado.

En realidad había pensado en no presentarme el sábado, va a estar en el top de las situaciones más incómodas, pensé. Pero luego entendí que realmente sería una buena idea, para empezar: recuperaría mi libro y en ese mismo momento, o en el transcurso de la noche dejaría las cosas en claro: Yo no soy gay, está mal que tú lo seas, no te me acerques, me das asco. Esas eran algunas de las frases que se me habían venido a la cabeza para decirle.

Estaba decidido, el sábado cortaría cualquier lazo existente con Yibo.

finalmente inventé una excusa mediocre y me fui. 

1957 - ʏɪᴢʜᴀɴWhere stories live. Discover now