1957 - ʏɪᴢʜᴀɴ

𝓒𝓱𝓪𝓹𝓽𝓮𝓻 𝓝𝓲𝓷𝓮

El instituto era abrumador, siempre lo fue y al día de hoy lo sigue siendo, de igual manera siempre pasaba de ello, era igual de abrumador para todos, prefería pensar que no era yo solo contra eso.

Pero particularmente el martes primero de septiembre, era más abrumador, para iniciar, Cheng no se me había acercado en toda la mañana "tal vez tenía mucho en la cabeza" pensé.

Caminaba por los pasillos y sentía miradas clavadas en mi espalda, hundiéndose en ella hasta tocar mi corazón.
En mi camino me encontré Haoxuan, y me le acerqué.

—Haoxuan— Le llame.

—Zhan, hola— lucía nervioso, tenía pena quizás.

—¿Pasó algo? siento que me juzgan...

—Zhan—desvió la mirada de lo que estaba haciendo, para mirarme—¿no lo sabes?

—¿saber el que? —miedo, mucho miedo.

—Han creado...rumores, sobre que...sobre que tú eres Gay— Mi respiración paro—Ziyi inicio todo le dijo a sus amigas y—

No pude seguir escuchando, a paso rápido salí disparado al baño. Una vez dentro me asegure que no haya nadie en ninguno de los cubículos y cerré la puerta principal con la traba.

Me sentía ahogado en mi propia verdad, en mi identidad. Los ojos me picaban, estaba harto, harto de llorar, harto de pasarla mal.
Me acerque a los lavamanos. Hundí mi rostro en mis manos, las deslicé por el hasta llegar a mi cabello, del cual jalé. Era mucha impotencia acumulada.

Sentí unos golpes en la puerta, sin embargo, los ignoré, pasaron unos largos segundos y volvieron a tocar, sin embargo, el ente del otro lado de la puerta habló esta vez.

—Zhan—Era él ¿cómo sabía sabía estaba aquí? —Ya me enteré...me dijo Haoxuan que estabas aquí.

A pasos temblorosos camine hasta la puerta y retire la traba. Apenas entró, la volví a colocar.
Me giré sobre mis talones para mirarlo, yo lloraba y él me miraba con ojos apenados, supongo que se había sentido algo culpable. No tenía que hacerlo.
Poco a poco se acercó a mí y me envolvió en sus cálidos brazos, yo no me movía, no hablaba, solo sollozaba y lloraba.
Llegó un punto en el que mis rodillas se debilitaron haciendo que ambos caigamos a las frías baldosas del piso, pero el abrazo no se rompió hasta que Yibo decidió hacerlo.

—Hey, Zhan— Levantó mi mentón para que lo pudiera mirar, me dedico una mirada sincera, comprensiva, supuse que intentaba entender la situación—Todo va a estar bien...

—Pero, si mis padres se enteran, me enviaran lejos—Los sollozos no me dejaron continuar.

—Son solo rumores Zhan, ellos no saben nada que tu no quieras que sepan—sus palabras me sonaron dolidas—no saben nada sobre nosotros—Hizo una pausa y me volvió a abrazar, recosté mi cabeza sobre su hombro izquierdo y el acarició mi cabello—Son solo rumores de adolescentes estúpidos, no hay manera que lleguen a ellos—hizo una pausa—Estoy para ti siempre que lo necesites.

Sus palabras nuevamente llegaron a mi corazón para sanarlo y llenarlo.
Se separó de mí, Me dio un beso en la frente y se dedicó a limpiar mis lágrimas.

Al día siguiente, esperaba encontrarme con una situación similar, y así fue, murmullos en los pasillos y risas juzgonas, sin embargo, no sentía esas miradas clavadas en mí, no sentía que se enterraran en mi corazón ¿Qué había pasado?

Entré al salón y caminé hasta mi lugar, Junto a Cheng, atrás de WenHan y JiYang.
Los tres se dieron vuelta y me miraron fijamente.

—¿Te enteraste? — Preguntaron al unísono.

—No... ¿De qué me tendría que haber enterado? —Estaba algo desconcertado, más que nada por el hecho de que habían olvidado sobre los rumores puestos en mí.

—Bueno...—Habló Wenhan—Hay gente, que dice que Wang Yibo, Tu amiguito este—El aparente desprecio en su voz me hizo poner una mueca— Se droga— No podía estar más sorprendido. Los miré a los tres, Cheng y WenHan me miraban expectantes, mientras que JiYang, en cambio, me miraba con pena, no, pena no, con paciencia, su mirada me pedía paciencia ¿sabrá él algo que yo no?

Entonces giré mi cabeza buscando a Yibo, lo encontré, sentado en su asiento en la esquina apartado de todo el mundo. Llevaba unos auriculares (artefacto que sigo intentando conseguir a día de hoy) conectados a una casetera. Tenía la mirada perdida en la ventana, pero había una sonrisa en su rostro, pequeña, y poco visible. Pero estaba ahí. Eso me tranquilizó y me quedé con la idea de que definitivamente Yibo no se drogaba y solo intentaban manchar su imagen.

Antes de iniciar la clase, él salió del salón. Tomó todo y salió. Quise seguirlo, pero él miedo de ser muy evidente ante el resto me invadió, sin embargo cuando la clase inició, a penas pocos minutos después levanté la mano esperando a que la profesora me dé la oportunidad de hablar.
Le pedí ir al baño y me permitió hacerlo, pidiéndome que no tarde mucho.

Caminé apurado, supuse que iba a estar en el baño donde siempre nos veíamos en el colegio. El más pequeño, más sucio y más aislado. Mis especulaciones no eran erróneas.

—Hola—entre y se me quedo mirando fijamente, pausando su música y retirando sus audífonos.

—Zhan ¿cómo estás? —me acerqué a él, estaba medio sentado, más bien apoyado, en la mesada con sus brazos sobre esta. Cuando estuve frente a el bajo su cabeza para darme un beso a modo de saludo.

—Bien...Mejor que ayer, ya sabes...me enteré de los nuevos rumores—Bajé el cabeza apenado, me sentía mal por Yibo, ser acusado de drogarse no era poca cosa—Pero tú no consumes...

—Ya se, tú lo sabes, son rumores Zhan, te dije ayer, estupideces de adolescentes tarados...— me recosté en su pecho.

—Y ¿Tienes idea de quién pudo haber querido difamarte? —Desde mi posición podía escuchar los latidos de su corazón, eran calmados, eso me tranquilizó.

—Si. Lo sé perfectamente de hecho—Fruncí mi ceño y me alejé de él, ahora estábamos frente a frente. Estaba perdido en la situación ¿Qué esperaba?

—¿Y qué esperas? Ve y reclámaselo, No sé... ¡Lo puedes denunciar!

—Lo se Zhan, pero supongo que es más drama denunciar a alguien por difamación que aguantar esto, después de todo son rumores— simple admiré eso de él, su calma, su manera de no ser tan impulsivo como yo lo era—además... ¿cómo me voy a denunciar a mí mismo?

—¿Qué tu qué? —no entendía absolutamente nada ¿con que razón coherente él podría haber hecho eso? —¿Por qué? No lo entiendo ... ahora todos hablan mal de ti, y —No sabía que decir—Solo...no lo entiendo Yibo.

—Agh— Se cubrió rostro con las manos y miró hacia otro lado— Simplemente, ayer, cuando estabas tan desolado por la situación, me pasé la noche pensando en cómo dispersar las cosas, y no había mejor manera de dispersar un rumor, que con uno nuevo. Así que le pedí a Haoxuan que empiece a difundir que yo supuestamente consumía. En fin...A mí no me afecta tanto como a ti, estoy bien con esto...

—Yi...—Moví su rostro hasta que podamos vernos a los ojos— Te amo —tenía ambas manos sobre su cuello— Pero— a veces, volvería a mi yo de aquellos tiempos y me daría unos buenos golpes— Me puedo cuidar solo, y no necesito que me protejas. Siento mal porque tu tengas que pasar por esto— sin embargo, me entiendo. Era la primera vez que alguien más cuidaba de mí y esa sensación era externa a lo que estaba acostumbrado a vivir.