P. 3. ENCUENTRO

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Hoy el encuentro con el Señor empezó a la hora de costumbre, y fui yo la que empezó contándole los acontecimientos que me habían pasado ayer, los disgustos las alegrías, y los recuerdos que estuve un rato contándole.

Luego incliné la cabeza y el Señor me dijo: Levanta la cabeza campanilla, mira al cielo, que del cielo viene la luz que te guía.

Y siguió diciéndome: Tú elegiste la libertad cuando no sabías lo que era y a donde te iba a conducir. La libertad y la verdad van unidas, solo la verdad os hará libres.

¿Recuerdas un día que te hablé de la verdad y te entró tanto miedo que dejaste la oración y te fuiste?

¿Lo recuerdas?

Tú elegiste la libertad, lo se, y también te costó trabajo, pero la encontraste.

Luego ya más tarde elegiste el camino de la verdad, pero tampoco sabías a donde te iba a conducir.

¿Recuerdas como Abrahán en todo el que veía creía que iba de parte mía?

Mucho te lo he dicho este verano y siempre se te olvida, que cada hombre lleva mi imagen, y cada uno tiene algo que decirte de parte mía si vives en mi presencia lo mismo que Abrahán.

Cierto que Abrahán también torció sus caminos al precipitarse y al ver que mi promesa tardaba en cumplirse.

Escuchó otras voces que no eran la mía y eso le trajo muchos disgustos, como a vosotros.

Como yo tardaba en cumplir mi promesa, no esperó, él por su cuenta quiso adivinar y andar el camino, y tuvo el hijo con la esclava, el mismo nombre lo dice, hijo de la esclava, no siguió mi camino y se equivocó. Todavía no me conocía.

Escogió la libertad que es un camino largo y por etapas, y hay que ir descubriendo aquello que va estorbando para ir conociendo a los enemigos.

Un enemigo es la mentira, pues ya sabemos quien es el padre, (el diablo) lo engañó, mintió y así se fue desviando de mi camino y haciendo el suyo, pero como había escogido la libertad volvió al camino.

Su equivocación, trajo consecuencias hasta hoy y seguirá teniéndolas, pues tuvo un hijo con la esclava que no era el de la promesa.

¿Y qué pasó?

Que la esclava sigue siendo esclava hasta hoy, el plan de Dios era el del principio, el hombre y la mujer uno, de ahí saldría el hijo de la promesa que tenía que ser la imagen de Cristo, y lo fue porque la promesa del Señor se cumplió a su debido tiempo, y porque el Señor borra los errores del hombre, pero en esta y en otras cosas siguen las consecuencias de los errores de los hombres.

El hijo de la esclava tomó nombre, y el Señor viendo a un niño y una madre indefensa los bendijo, pero era ilegítimo, no era el de la promesa.

El de la promesa os llevó a la libertad y éste a la esclavitud, mira a sus descendientes, madres, hijas y esposas, esclavas todavía, sufriendo la desigualdad, la esclavitud.

No son tratadas con la dignidad a la que tienen derecho, son condenadas todavía a las mismas penas que antes.

¡Qué distintos los herederos de la promesa de Abrahán, los hijos de la fe!

Lo mismo que la primera desobediencia del hombre tuvo tan grandes consecuencias para los hombres y la humanidad entera, lo mismo la tuvo ésta, Abrahán no se dio cuenta que había equivocado el camino cuando el Señor le dijo que saliera de su tierra.

ESCOGÍ LA LIBERTADWhere stories live. Discover now