P. 4. RECUERDOS

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Te recordé el otro día mi querida campanilla que esto te traería disgustos y a lo mejor el abandono de muchos, también te dije que no les tuvieras miedo, que un profeta tiene que denunciar lo que yo le diga.

¿Acaso tú sabias escribir?

¿No te he preparado yo?

¿No has elegido ser libre y solo guiarte por mi luz?

¿No he roto yo todos tus hilos?

¿Tú eres una marioneta?

Pues denuncia que mi pueblo es una marioneta de circo.

¿Acaso por el turismo no me sacan y exhiben por las calles para que todos me vean y juzguen si una cofradía es mejor que la otra?

Habrá quién tenga fe, pero para la mayoría que vienen a verme soy como un circo para atraer y distraer a la gente, ¿acaso cuando los costaleros se levantan no aplaude la gente lo bien que lo han hecho?

¿Me aplauden a mí?

¿Me ven a mí?

¿Yo necesito aplausos?

¿Por cual de mis obras me aplauden?

Yo se que esto te va a costar, pero tienes que decirlo, yo quiero amor, y el que va con prisa a misa no me ama, cumple.

Yo no quiero cumplimiento, es una mentira.

¿Qué no hay sacerdotes para decir muchas misas?

Que digan una y el que me ama irá.

¿Es que va mucha gente?

¿No tienen acaso mucho que hacer?

Mira la noche, ¡cuantos van!, y sin prisa, la prisa la dejan para los pocos que vienen a cumplir conmigo.

¿No ves los problemas que sufren los hombres campanilla?

Por ser marionetas que no han buscado mi luz, la buscaban en la juventud, pero no te preocupes, que yo no apago la vela mortecina, ni quiebro la caña cascada.

Ellos están así, pero con un mínimo de luz yo avivaré su vela, no quiero ni quebrar ni apagar nada, las ha quebrado el andar por un camino que no tenía luz, y no han elegido la libertad, la libertad es otra cosa, es la verdad, y hay mucha mentira en sus vidas.

¿Recuerdas cuando entraba el sol por tú ventana por la mañana sin que tú casa estuviera orientada hacia el sol naciente?

Te extrañaste al verlo y te asomaste a la ventana para ver de donde venia el sol que entraba, y con gran sorpresa viste, que en una casa toda llena de cristales retirada de la tuya, el sol solo se reflejaba en dos de ellos, y eran los que te mandaban el reflejo de la luz a tú casa, eran mis señales para que te asomaras y vieras la luz, y en ella mi mensaje.

En uno de los cristales alejados de tú casa, en un cristal daba el sol de lleno y te mandaba el reflejo, en el otro, que también le daba el sol de lleno aunque no estaban juntos, y viste como en uno de los cristales el sol seguía alumbrado de lleno, mientras que en el otro, se iba la luz poco a poco hasta quedar un pequeño reflejo que se apagaba y encendía de vez en cuando, y en ese mensaje te pude enseñar la fe, los hay con fe como el reflejo del sol en el cristal dando de lleno sin apagarse ni cansarse, es mas mandando luz a lo lejos, en el otro, su luz es un reflejo con altos y bajos, no se apaga por entero, su luz es el reflejo de su vida, unas veces están llenos, y otras se van quedando sin luz, según sea el estado de su animo, o según los acontecimientos que pasen en su vida vayan apagando la luz o encendiéndola, según sean esos acontecimientos  y  los vea con fe o sin ella, si son buenos y puede hacer su voluntad, si tiene poder sobre los demás, si su razón está por encima de los demás, estarán contentos, se verá su luz, pero puede que algunos no la vean brillar, y si los acontecimientos van en contra de sus deseos, de su voluntad, la luz se le ira apagando poco a poco aunque no se apague del todo como lo estas viendo en el cristal, pues la luz como la fe o como al amor, siempre le queda un rescoldo para poder encenderse y alumbrar de nuevo.

ESCOGÍ LA LIBERTADHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin