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Minnie soltó un largo suspiro después de salir de la habitación en donde su madre se encontraba, necesitaba dejarla descansar, lo sabía, y por mas que le hayan dicho que las visitas no eran necesarias, ella quería seguir asistiendo, mirándola, una...

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Minnie soltó un largo suspiro después de salir de la habitación en donde su madre se encontraba, necesitaba dejarla descansar, lo sabía, y por mas que le hayan dicho que las visitas no eran necesarias, ella quería seguir asistiendo, mirándola, una pequeña conversación no hace daño a nadie, servía como un distractor por todo lo que ha pasado últimamente.

Caminó despacio mientras metía sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, siguió hasta que logró divisar la salida del hospital, las conversaciones y la prisa de los trabajadores era lo que más podía divisar en el lugar, y se hubiera enfocado mas en ello, pero alguien llamó su atención de inmediato.

La vio, sus cabellos un poco desordenados, pero no era demasiado, era como si el viento hubiera hecho el trabajo levemente, miró como se acercaba hacía la recepción y hacía una pregunta, Minnie frunció el ceño, ¿acaso estaba mal? Parpadeó un par de veces.

Miró como la omega le dedicaba a la recepcionista una sonrisa en forma de agradecimiento y se alejaba para por fin ir al pasillo donde se encontraba parada, mirándola, Miyeon en cuanto levantó la mirada se quedó estática, era Minnie.

— Creo que no es un buen momento — comentó la alfa mientras le dedicaba media sonrisa a la omega.

Para Miyeon nada era un buen momento, pero ese día era especial, vería por primera vez a su cachorro, y estaba entusiasmada, solo que no lo demostraba ahora mismo.

— ¿Por qué estás aquí? — preguntó la omega, por alguna razón pensaba que seguramente aquella alfa la estaba espiando y la siguió.

— Vine a ver a mi madre — Miyeon apretó sus labios levemente, no sabía si creer en esas palabras, todo era posible, podía estar diciendo la verdad, o era una grandiosa mentirosa, y Miyeon no estaba segura de cual de aquellas dos opciones sería la realidad, pero ahora tenía que darse prisa —, ¿que hay de ti?

— Solo... — cerró la boca, no debía decirle todo a las personas, pero con Minnie frente a ella, no entendía el porque de la necesidad interna que tenía de hablarle, después de lo que había pasado en esa salida, suponía que ni siquiera esa alfa frente a ella querría volver a hablarle, vaya que estaba muy equivocada al respecto.

— No es necesario que lo digas — mencionó Minnie sonriendo levemente y sacando las manos de los bolsillos de su pantalón —, nos vemos.

Miyeon estaba a punto de despedirse, pero algo llamó su atención, detrás de Minnie, sintió como su garganta se secaba al instante en qué vió aquello, era ella, su ex alfa, y estaba con aquella chica, no ¿por qué están en el mismo lugar?

La alfa se percató de como Miyeon miraba hacía atrás, de inmediato la curiosidad la invadió y decidió voltear a mirar detrás, miró a varías personas, pero habían en específico y parecía que Miyeon las miraba, era una pareja, frunció el ceño al no poder comprender lo que estaba pasando exactamente, de inmediato miró a Miyeon, quien seguía con su vista enfocando a aquellas dos.

— ¿Pasa algo? — Minnie podía notar los ojos cristalinos de la omega y se estaba preocupando, ¿que tenía que ver esa pareja con la omega? —. ¿Miyeon?

— C-Creo que regresaré más tarde — mencionó la omega.

— ¡Hey! — Minnie miró como Miyeon prácticamente salía corriendo del lugar, miró de nueva cuenta a la pareja que seguía distraída en sus cosas y después miró a la salida del hospital, no sabía si sería lo correcto, pero...

Soltó un bufido, no importaba, ver los ojos tristes de la omega solo la hacía querer impulsarse a seguirla, y eso fue lo que hizo.

Dejó de correr en cuanto estuvo en la acera de la avenida principal, sintiendo el aire frío colarse por sus pulmones, sintiendo los latidos tan acelerados de su corazón, el miedo le había invadido por completo además de la tristeza, sabía que no d...

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Dejó de correr en cuanto estuvo en la acera de la avenida principal, sintiendo el aire frío colarse por sus pulmones, sintiendo los latidos tan acelerados de su corazón, el miedo le había invadido por completo además de la tristeza, sabía que no debía de seguir experimentando tales emociones, pero era inevitable, mirar a esa alfa tan feliz com esa omega, ¿acaso ellas...?

Un sollozo escapó de sus labios, no, no quería saber si la posibilidad de que ambas estuvieran esperando un cachorro fuera más que la realidad, no quería pensarlo, dolía, dolía demasiado, y no quería que doliera.

— Miyeon... — miró detrás de ella, allí estaba Minnie, ¿por qué seguía en su plan de seguirla?

La alfa se vió preocupada al observar como las mejillas de la omega estaban apenas empapadas por las primeras lágrimas, de inmediato se acercó a ella y sin pedirle alguna clase de permiso, llevó sus mano hasta el rostro de la omega y comenzó a limpiar con sus pulgares los restos de aquellas gotas saladas.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

— No debiste seguirme — dijo la omega en voz baja.

— Perdona por hacerlo, pero — suspiro — saliste corriendo y a punto de llorar, no se qué pasó allí adentro, pero...

— Y no debes saberlo — mencionó Miyeon, apartando las manos de la alfa de su rostro —, no debiste venir.

Minnie recordó las palabras que su madre le había dicho, debía ser cuidadosa, un lazo roto y un embarazo, eso es demasiado para ella.

— Lamento meterme en asuntos que no me incumben, pero me importa saber que es lo que pasa contigo.

— ¿Por qué te importaría? — pregunto Miyeon —, solo déjame tranquila, no debes estar enterada de nada de esto.

— Me importas, Miyeon — mencionó la alfa, de inmediato Miyeon la miró a los ojos y la omega se percató del leve sonrojo en las mejillas de la alfa, nunca creyó que una alfa pudiera sonrojarse, había visto a su padre hacerlo cuando su madre le daba de comer en la boca, y esta era la segunda vez que veía a un alfa así —, y quiero que estes bien.

Miyeon no sabia como sentirse al respecto, pero su loba movió la cola levemente, le agradaba esa sensación, era como una pequeña pizca de calidez, y eso si que era más que suficiente para dejar que el llanto se fuera por un momento.

Miyeon no sabia como sentirse al respecto, pero su loba movió la cola levemente, le agradaba esa sensación, era como una pequeña pizca de calidez, y eso si que era más que suficiente para dejar que el llanto se fuera por un momento

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𝐋𝐀𝐙𝐎 𝐑𝐎𝐓𝐎 | 𝐌𝐈𝐌𝐈𝐍Where stories live. Discover now