𝐋𝐀𝐙𝐎 𝐑𝐎𝐓𝐎 | 𝐌𝐈𝐌𝐈𝐍

𝟮𝟬

Ahora los días pasaban tan lento, o era así como los empezaba a sentir Miyeon, y le gustaba que fueran así, Minnie se habían empeñado en acompañarla a su respectivo edificio, para dejarla allí e irse, eran acciones que Miyeon apreciaba mucho, y no podía evitar compararla con su anterior alfa, y ahora debía admitir que todo era tan distinto que le gustaba, en verdad le gustaba que fuera así.

Minnie le ofrecía su mano cuando era necesario, le ayudaba a cargar sus cosas para evitar que se cansara, después de todo esta en cinta y necesita reposar en muchas ocasiones, pero siempre no había nada en lo que Minnie no se ofreciera en ayudarle.

En cambio con su anterior alfa... ella no era así, a veces quería pedirle ayuda ya que casi siempre se veía demasiado cargando con sus cosas y no podía mantener el equilibrio y a veces terminaba ella en el suelo, nunca ella le dijo que le ayudaría.

Minnie no necesitaba de regalos para mostrar su interés en ella, después de todo Minnie mostraba su esfuerzo, le escuchaba atentamente, le hace reír de vez en cuando, esa alfa es como pocos, le gusta eso, le gusta ser tratada de esa forma, le gusta que ella la escuche y que no trate de ignorarla con cualquier cosa.

Ahora que lo pensaba, no sabía como había sido posible que haya aceptado un mal cortejo, no sabía como había podido entregarse a una alfa que ni siquiera le prestaba una mínima atención y que solo la buscaba para ayudarle con las tareas que usualmente terminaba ella sola.

Dicen que el amor te deja cegado de tus sentidos, ahora comprendía esas palabras, había estado enamorada cuando ni siquiera los sentimientos eran recíprocos, había caído en las garras de un amor no correspondido, quizá solo quería sentir lo que muchos experimentaban, quería sentirse enamorada, se ilusionó falsamente creyendo que estaba enamorada cuando ni siquiera aquella alfa sentía algo verdadero por ella.

Miró a su vientre, casi tres meses, bueno ahora parecía que tenía sobrepeso, pero le gustaba como se veía, le recordaba cuando era mas pequeña, sonrió, ¿a Minnie le gustará como se ve?

Le hubiera gustado conocer desde antes a aquella alfa, posiblemente en un inicio ni siquiera podría hablarle bien y seguramente se sentiría pequeña ante su presencia, Minnie es impotente pero tiene un dulce carácter que hace que se sienta sumamente protegida y feliz al mismo tiempo, es algo que nadie logra a la primera con ella.

Conocer a Miyeon había sido lo mejor que le había pasado a Minnie, debía admitir que pensaba en la posibilidad de que Miyeon le dijera que no quería saber absolutamente nada de ella, era posible, pero ahora que la conocía un poco más se había dado cuenta de que todo lo que pensaba no iba a ser posible.

Miyeon es muy especial, y no solo por el hecho de tener un lazo roto y un bebé en camino, sino que su personalidad puede variar un poco, Minnie trataba siempre de ver que aquella sonrisa que tanto le había gustado permaneciera por mas tiempo en ese angelical rostro.

Es difícil, Minnie sabe que seguramente la tristeza aún inunda un poco el corazón de Miyeon, pero trataba de ser lo más cuidadosa posible al respecto, no quería asustar a la omega, y mucho menos hacerla sentir de nuevo tristeza, pero por alguna razón, parecía que la omega se comportaba distinta con cada día que pasaba.

A Minnie le gustaba observar todos esos cambios en Miyeon, y notaba todo lo que pasaba, cuando la veía por los pasillos podía notar como a veces bajaba la cabeza, pero cuando ella le hablaba se la pasaba solamente mirándola y sin bajar la cabeza, de alguna forma ella es parte de su protección, y por supuesto que le agrada que eso sea posible, pero le gustaría ver a Miyeon con la cabeza en alto y mirando al frente para después sonreírle, no quiere verla triste.

Es difícil poder soportar lo que Miyeon soporta, después de todo no muchos omegas podían seguir adelante luego de la perdida de su alfa, ya fuese porque los dejase o porque el alfa haya muerto, pero Miyeon es una omega fuerte.

Minnie sabía que todavía había mucho por delante y que sería un poco difícil estar dentro del corazón de la omega para por fin liberarla de la tristeza y traerla a la felicidad completa, pero nada es imposible, y aunque puede haber la posibilidad de que termine siendo rechazada por la omega, no le importaba, lo que le importaba ahora era ver que Miyeon sea feliz, que mantenga esa sonrisa en su rostro que pueda estar bien con ella misma y si era posible, cuidarla.

Después de todo, le gusta Miyeon, lo admite, quizá en un principio la atrae, pero le gusta, le ha tomado cariño, le gusta en todos los sentidos, la quiere, y no quiere que algo malo le suceda.