Capítulo 1

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Al fin, el tan esperado día, llegó

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Al fin, el tan esperado día, llegó.

Las personas corren y se empujan unas a otras. Algunas llevan en sus brazos una gran variedad de cosas que van desde cajas comunes, hasta vestuarios completos. Otros más limpian el escenario con gran esmero, dejándolo impecable y tan reluciente que casi puedo ver mi reflejo en él.

Las luces de los reflectores bailan sobre nosotros al ritmo de la música que suena de fondo y se detienen hasta que la persona que los manipula, queda conforme con su posición. Ni hablar de aquellos que luchan por conseguir el mejor asiento. Incluso algunos camarógrafos hacen pruebas de último minuto, cegándome con los flashes en más de una ocasión.

Sí, señores, la semana de la moda está por comenzar.

Y si me lo preguntan, sigo sin entender qué hago aquí, cuando todo el mundo sabe que odio estos eventos. Seamos honestos, odio cualquier evento donde haya más personas que espacio para respirar.

—Ya, Alissa, quita esa cara —me regaña Jessie, mirándome con enfado.

—Es la única que tengo, no puedo cambiarla —murmuro, viendo hacia otro lado.

—¿Sabes qué? Olvídalo. No sé para qué viniste entonces. —Su semblante demuestra enojo, no obstante, la conozco mejor que nadie y sé que, lo que en realidad siente, es decepción.

Y lo peor, decepción de mí.

No, debo calmarme. Inhalo y exhalo aire un par de veces mientras intento bajarle a mi mal humor. Cuando lo consigo, logro sonreír con más tranquilidad.

—Vine sólo porque te quiero demasiado y sé que esto es importante para ti, así que no podía dejarte sola. —Le hago un guiño, para añadirle aún más drama a la situación.

No obstante, ella se lleva el premio a la mayor dramática cuando se lanza en mi dirección y me envuelve con sus brazos, sin dejar de murmurar lo mucho que me ama y otras cursilerías más. Su espontaneidad me hace reír, sin embargo, a los pocos segundos, empiezo a sentirme asfixiada, así que la alejo mientras la regaño por ser tan melosa, ganándome que ella me saque la lengua con diversión.

Jessie ha sido mi mejor amiga desde la secundaria. Tuvimos la suerte de quedar en la misma clase y, tras algunos altercados, al final, terminamos convirtiéndonos en lo que somos ahora, hermanas inseparables. Ha sido así desde hace casi diez años y aún con el paso del tiempo, no ha habido causa ni pelea que logre separarnos.

Por lo tanto, éste bendito desfile, no será la excepción. Además, ¿para qué lo voy a negar? Siento una gran ternura de verla así, tan emocionada. Éste día es especial para ella y ni aunque quisiera, podría echarlo a perder.

—Oye, Ali —susurra, trayéndome de nuevo a la realidad—, mira quién viene hacia acá.

Volteo a ver en la misma dirección que ella y no puedo evitar tragar saliva con nerviosismo al reconocer al chico de cabello castaño claro que se acerca a nosotras con una sonrisa plasmada en el rostro.

El Asesino Arcoíris © || COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora