Capítulo #10

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Mis oídos zumban largo rato después del cese del intercambio de balas, me reincorporo lentamente quedando de rodillas, mientras lo hago noto un dolor agudo en toda mi espalda, brazos, y la parte posterior de mis piernas. Mi dolor pasa a segundo plano, en mi mente solo está en ver cómo están los niños.

Volteo a verlos, y lo que veo me deja perplejo, un escalofrió recorre mi columna vertebral al ver a Lucien con raspones que cubren gran parte de sus dos brazos; están sangrando mucho. Todo solo empeora cuando veo a Oliver tratando con todas sus fuerzas de no gritar, ni llorar por una herida en su pierna, un fragmento de vidrio grande se ha clavado en su pierna izquierda. No intente quitársela para que el objeto siguiera haciendo presión en la herida deteniendo la hemorragia que obviamente debe tener, se quedara ahí para que lo atiendan como se debe en el hospital.

‒ Papi, ¡duele cuando lo muevo! ‒me expresa con su carita llena de lágrimas. Yo lo observo con expresión lastimera, lamentándome, sabiendo que esto es mi culpa.

‒ Tranquilo, vamos a buscar ayuda ‒lo cargo y ayudo a Lucien a levantarse‒ ¿Puedes caminar? ‒mientras lo sostengo de un brazo. Este asenté y empieza a caminar a mi lado, tomado de mi mano.

Llegamos al almacén donde nos quedábamos agitados, con la respiración hecha un desastre por el apuro. Por suerte Frank estaba ahí, el cual corre a hacia nosotros asombrado, alarmado, y obvio preocupado.

‒ ¡¿Qué carajos paso?! ‒se acerca y observa la herida de Oliver con horror, para irse después con Lucian ayudándole a llegar y a sentarse para descansar.

‒ Hubo un conflicto entre una pandilla y la policía. Nos ocultamos pero, el edificio donde estábamos recibió impactos, y los escombros nos cayeron encima ‒explica rápidamente, tomando agua para darle de beber a Oliver; y por supuesto, beber yo también.

‒ ¿Qué piensas hacer? Si los dejas así, las heridas se pueden infectar ‒expresa su preocupación, mientras frota con cuidado un paño limpio húmedo sobre las heridas de Lucien; limpiándolas.

‒ ¡¿Crees qué no lo sé?! Obviamente lo los voy a dejar así, los llevaremos al hospital ‒decreté.

‒ ¿Qué? ¡Estás loco! No puedes llevarlos ahí. Alguien podría reconocerlos a simple vista. Perfil bajo ¿Recuerdas? Si los llevas al hospital, los reconocerán y llamaran a la policía, los está buscando un hombre poderoso; sus caras deben estar en todas partes. Más en un hospital ‒detalla toda nuestra situación.

‒ No me importa ‒exclamó‒ lo importante ahora es la salud de mis hijos ‒decrete firme en mi objetivo en este momento. Aun así, tenía un gran sentimiento de culpa, porque sabía que por mi afán de quedarme con ellos los he expuesto a este peligro‒ Ayúdame cargando a Lucien ‒le pido a Frank. Este no dice más, y carga a Lucien siguiéndome de cerca.

Llegamos a tiempo record al hospital, pido desesperado ayuda a cualquier persona. Al notar que se trata de niños se me acercan rápido prestando atención medica. Llegaron camillas para llevárselos, mientras me hacían muchas preguntas para datos personales, y como llegaron a estar en ese estado.

No me quedo más remedio que responder, en el momento estaba bajo tanto estrés y preocupación que no se me paso por la mente en el momento cambiar siquiera los nombres de los niños. Los atendieron muy rápido, aun no podía entrar a verlos; así que me queda dando vueltas en el jardín del hospital, ya que adentro de este estaba preocupando a los demás pacientes.

Llega para hacerme compañía Frank, este se sienta en una banca y me invita a sentarme con él e intentar tranquilizarme.

‒ Tranquilo hombre ‒consuela‒ las heridas no eran muy graves ‒explica‒ no es un hospital de ricos, pero es bueno, te los podrás llevar hoy para irnos mañana hacia la libertad ‒decreta con una pose dramática.

Juego De PeonesWhere stories live. Discover now