¿Mi Rival?

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— ¡Jinko! — Exclamó el pelinegro al verlo justo detrás de él.

—Akutagawa, yo tampoco quiero hacer esto pero debemos permanecer juntos para poder hacer este trabajo...

—¿Eso te dijo Dazai-san?

—Si... — Artículo el albino muy cansado ya que había perseguido al perro rabioso quien era muy escurridizo con Rashoumon.

—Bien

Akutagawa fue hacia la recepción y dio su nombre, pero vio como Atsushi se quedó ahí parado muy intranquilo.

—¿Que pasa Jinko?...

—Es que.. mm no — Atsushi estaban avergonzado ante tal situación y como era posible que una noche ahí costará más de tres mil euros.

Era más de lo que la agencia le había dado para los cinco días que estaría en Londres.

¿Como es posible que una organización criminal, ganará más que la agencia?

— Otra habitación para él...

—¡Akutagawa no.

—¡Callate!

—Señor, no prefiere la matrimonial que es más grande y con un spa incluido — Dijo la recepcionista.

—¡Te pedí otra habitación para él! — Gritó furioso el pelinegro asustando a la joven.

—¡Si señor!

Ambos caminaban hacia sus habitaciones, una cerca a la otra los dos iban en silencio hasta el que Atsushi habló.

—Te pagaré...

—Déjalo ahí Jinko

—No, hablo enserió Akutagawa

—¡Yo también Jinko!

La gruesa voz del pálido retumbó en el pasillo y nuevamente volvieron a un sepulcral silencio.

Eran las seis de la tarde, había estando viajando durante casi un día entero y sus cuerpos parecían rendirse ante el cansancio, tenían refuerzos por tarde de la Orden de la torre del Reloj y algunos soldados de la port mafia.

Akutagawa ingreso a su habitación sin decirle nada al chico tigre.

Él pálido llegó y se quito los zapatos, así mismo los guantes junto con su enorme abrigo, Akutagawa parecía más confiado al hacerlo ya que aprendió a manipular otra prenda que usaba que no sea su característico abrigo.

Se sentó en la suave cama y miró un mensaje de Cuuya.

“Confío que podrás con esta misión, además tengo entendido el pacto que tienes con el chico tigre”

Akutagawa tosió un poco y tecleo un “Tendré éxito en esta misión, te lo aseguro Chuuya- Sensei”

Akutagawa bebió algo y pidió servicio a la habitación, entre sus comidas estaban el curry, onigiri, sashimi entre más variedades de comida japonesa y de bebida un jugo de piña.

El pelinegro tuvo un mensaje de su mentor y no pudo evitar gruñir y maldecir en voz alta.

“En tu registro bancario figura que solicitaste otra habitación ¿Es la del chico tigre?”

—¡Carajo! — Bufó no se había percatado de eso, y es que la mafia controla cada centavo que se gasta.

“Disculpe, Chuuya-Sensei se lo puede descontar de mi sueldo”

Akutagawa esperaba otro regaño más, sin embargo se avergonzó al leer lo que su superior le habia enviado.

“ Disfruta de ésta misión, serán como tus vacaciones además es necesario que convivas con tu compañero.... ¡Invitalo a comer en tu habitación!”

Calmaré tus pesadillas (Shin Soukoku) Where stories live. Discover now