Fin De La Pesadilla

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En Londres

Akutagawa ajeno a todo enfocó su mirada en Dazai quien estaba unos metros frente a ellos entre la multitud, el pelinegro aún tenía cautivo al soñador en las telas de Rashomun como una jaula.

—¡Buen trabajo! — Exclamó una mujer, quien rápidamente se quito el sombrero dejando a la vista su rostro.

Era la mismísima Agatha Christie, rápidamente sus subordinados llegaron hacia ellos.

—Desde aquí nos encargamos — Anunció firme esta vez mirando al pelinegro.

Akutagawa por un momento dudó, había perdido de vista a su antiguo mentor y no sabía que hacer.

—Señor Ryunosuke, entregueme a nuestro prisionero— Ordenó Agatha con una semblante bastante tranquila, pero su voz decía todo lo contrario.

Atsushi miró hacia Akutagawa y pudo entender, si sus mentores habían ido hasta Londres era por qué algo más había en toda esta misión. El tigre quería ganar tiempo pues podía escuchar los pasos tanto de Dazai-san como de Kunikida-san acercándose a ellos.

—¡No lo repetiré otra vez! SEÑOR...

—Vaya es la gran Agatha Christie, recuerdo que usted quiso calcinar a todo Yohokama con un usuario de habilidad muy infernal— La voz de Dazai sorprendió a la mayor.

—Tenemos una orden por parte de la División Especial para poderes Inusuales— Anunció Kunikida mostrando el papel con el sello y firma de Ango Sakaguchi.

La mayor gruñó, no podía hacer nada ya que aquella organización tenía un acuerdo legal con su país.

—Es un honor poder trabajar junto a los detectives más destacados de Yohokama, acompáñenme— Habló tranquila Agatha manteniendo la elegancia que la caracterizaba, pero por dentro quería ahorcar a Dazai.

Ella sabía que con él en Londres sus planes no resultarían.

—Señor Ryunosuke puede dejar al fugitivo en mis manos — Anunció, pero Akutagawa aún seguía mirando a Dazai.

—Esta bien Akutagawa, estoy aquí — Habló Dazai con una voz bastante tranquila sorprendiendo a Atsushi y al mismísimo Akutagawa.

Kunikida no mostró sorpresa, es más sintió satisfacción al ver por fin a ese demonio manipulador hacerse cargo de sus responsabilidades.

El perro de la port mafia suavizo la tela de Rashomun dejando caer al soñador, este parecía estar inconciente por la gran presión que ejerció el pelinegro.

—¡Muy bien acompáñenme! — Exclamó la líder de la orden de la torre del reloj hacia los detectives y al único miembro de la mafia.

Los subordinados se encargaron de Alfred, mientras Agatha guiaba a los japoneses hacia su elegante auto.

—¡Akutagawa! — Gritó con preocupación Atsushi y sostuvo en sus manos al mayor.

—¡SUÉLTAME JINKO! — Exclamó con irá hacia Atsushi empujándolo y quitandose de su agarre.

—¡Dazai-san!...

El pelinegro quizo dar otro paso, pero cayó y las heridas de la lucha le estaban pasando factura.

—Déjame ayudar..

—¡NO ME toques! — Gritó con todo su ser al albino mientras su voz se corto.

El pálido tenía un gran nudo en su garganta, estaba teniendo la lastima de todos, aquel rubio con lentes lo miraba confundido, Atsushi parecía que le tenia compasión, Agatha lo miraba con desprecio y Dazai lo miraba con asco y decepción, sin embargo nada de lo que pensaba era verdad.

Calmaré tus pesadillas (Shin Soukoku) Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon