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Sueño con vivir

Chifuyu veía el mar de nubes a través de un cristal altamente resistente. Ahí encontraba danza de moléculas, imperceptibles a su retina, reales y asombrosas al imaginárselas. También veía los rayos solares que muy coquetos brillaban en las suaves y destruibles nubes, el avión las podía romper, pero no siempre por su apariencia de algodón resultaban fáciles de atravesar, la turbulencia era su forma de vengarse al romperles las figuras abstractas de las cuales el cielo se sentía orgulloso de crear.

A bordo de un viaje a un país común, gris y colorido, el sueño de todos los pasajeros por conocer, se encontraba el copiloto hundiéndose en una crisis mental, en el momento más imperfecto posible. Se regañó, se humilló, y se castigó por ello.

Idiota, no es momento de pensar en esas cosas...—repasó la lengua por sus labios rotos, de paso los humedeció. A menos de un metro su superior, el piloto que manipulaba los controles, lo miró consternado y francamente fue muy dócil en preguntarle si estaba bien— No es nada, lamento mi distracción.

—Estás raro, Matsuno— continuó en su propia fosa.

"Increíble, estoy volando por los cielos y siento que estoy dañando la creación más bella que existe"

Hablemos un poco de Chifuyu y cómo es que ha terminado tan triste al ver que uno de sus tantos sueños jamás lo cumplirá: salvar al mundo.

De niño se juraba inocentemente que solo necesitaba ser grande, tener más años encima para ser capaz de actos heroicos, como salvar gatitos en peligro y volar por la ciudad en busca de ladrones o gente malvada para darles su merecido. Fue un niño hiperactivo, rebelde, bondadoso y sonriente.

En la adolescencia, oh sí, esa etapa tan loca donde trascendía física y mentalmente con muchos altibajos, siguió conservando ese sueño, pero limitando el interés. A su manera, salvó todo lo que pudo, ayudó con hábitos el reducir su consumo en muchas cosas. Tuvo una época donde las hortalizas eran cosa de todos los días y que progresivamente dejó morir, como algunos otros anhelos. Peleó en incontables encuentros, siempre buscando el bien moral, lo que él aceptaba como decencia y buen camino. Tumbó dientes y se manchó los nudillos de sangre, su adolescencia fue por mucho tóxica y peligrosa pues se hizo de enemigos diarios, de aliados divertidos y acosadores secretos.

¿En qué parte intentó salvar el mundo?, justo cuando vio una escena que le destrozó la mente. Perdió la esperanza en la humanidad, e inmediatamente buscó como solucionar los pecados, recuperar vidas, como la de aquellos gatitos que murieron quemados, cuya recuerdo jamás podría arrancarse.

Chifuyu tenía un secreto bien guardado, uno que con celos lo había escondido en los laberintos de sus memorias. Recordó, mientras piloteaba un avión, que en el pasado se dejó consumir por la venganza y lastimó sin piedad a un criminal, el hecho lo enorgullecía en solitario, más nunca podría ocuparlo como tema de conversación.

Desde entonces, odiaba a todos los que hicieran maltrato animal. Juró que mientras pudiera, mientras tenga vida, salvaría a seres indefensos y si ya no tenía más que hacer, castigaría a los que inyectaron sufrimiento. Pero, eso solo era una porción del mundo, no el mundo entero como era su ambición.

Chifuyu no sabe por dónde empezar a salvar el mundo. Desde hace muchas décadas se le culpó a los autos, la recomendación fue usar transporte público, las caminatas y bicicletas. Culparon a las vacas por echarse gases, la alternativa fue reducir el consumo de su carne, pero el mundo era adicto a morderla, la necesitaban por sus proteínas. Si bien fue masiva la cantidad de personas por llevar una dieta exenta de carnes, no bastó para regular la exposición del metano.

Un robot ideal ♡ [Kazufuyu]Where stories live. Discover now