tres

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la famosa frase coloquial de que el fin de semana se siente en el cuerpo es tan real para lionel, pero no de la manera en la que todos los muchachos suelen expresarla.

el sábado por la mañana es reconfortante, puede pasar gran parte del día jugando al fifa hasta que se enoje, para luego intercalar entre juegos con historias intensas y ver partidos de fútbol de sus ligas favoritas, culminando sus noches con videollamadas que sergio le hace por rutina. trabaja por pocas horas durante la madrugada y luego puede volver a su casa a hacer algunas tareas pendientes de la universidad.

por otro lado, el domingo es un poco más movido. le gusta salir a comprar con sergio los ingredientes necesarios para el reinicio de la semana laboral, porque durante el camino aprovecha la natural distracción de kun para perderse en los locales de ropa deportiva y anotar mentalmente las ofertas que luego consumiría. que lindo era ser joven durante el fin de semana.

aquel fin de semana no fue distinto, era como una rutina a la que ya estaba acostumbrado. sergio y leo paseaban por el mercado popular del suburbio de la ciudad, con dos fundas en cada una de sus manos. estaba comenzando a sudar sobre todas las capas de ropa que llevaba encima para protegerse del frío de francia, provocando que su entrecejo se arrugara.

"¡por fin tenemos todo!" kun emitió una corta risa, balanceando su cuerpo de un lado a otro por el exagerado peso de las fundas que cargaba.

"ya era hora..."

"oye, oye, hoy iré al restaurante un ratito antes de cerrar" el muchacho de cabello corto lo empuja suavemente del hombro, procurando que el más bajo lo esté escuchando. "tenemos que arreglar unas cositas en el inventario, ¿cierto?"

leo ahogó un pequeño jadeo, perdiendo el equilibrio por cortos segundos por el innecesario empujón que le dio su amigo. apenas recuperó la compostura, volteó a sacarle la lengua ofensivamente; kun ni siquiera entendió por qué.

"sí... la última vez registraste más pollo de lo que en realidad había, ahora e' un quilombo" suspiró de solo recordar el ligero dolor de cabeza que aquel detalle le causó en su momento. "me arrepiento de no haberle dicho a tu vieja, ojalá te hubiera retado y me hubiera dado tu play cinco"

"¡sos un tarado!" sergio volvió a empujarlo, esta vez tan fuerte que messi se vio en la vergonzosa obligación de dar una vuelta sobre su propio eje para evitar caerse.

( ... )

la noche pasó rápido entre la emocionante jornada de champions league que distrajo a leo por el resto del día, la sorpresiva remontada del real madrid sobre la temprana victoria del liverpool lo dejó emocionado a lionel.

la jornada laboral del domingo era extremadamente corta, atendiendo por unas cortas tres horas que se pasaban volando. estaba tan acostumbrado a las largas noches entre semana que realmente no se podía quejar de lo poco que trabajaba el domingo. además, ya sentía cierto cariño sobre cocinar rápido, calentar la comida ya preparada y servirles a los ancianos migrantes que más frecuentaban el restaurante.

"muchas gracias, cariño" le agradeció una de las dulces ancianas que ocupaban la mesa más grande del comedor. eran cuatro mujeres adultas, todas con ropa ostentosa que dejaba a notar que salían de algún tipo de baile o fiesta. "mis amigas francesas tenían muchas ganas de venir a comer aquí luego de que les conté que el muchachito que atendía era muy lindo"

lionel pensó que no había sido lo suficientemente capacitado para momentos como ese, donde su tímida personalidad se apoderaba totalmente de él por los coqueteos para nada discretos de ciertos clientes. se encogió de hombros y retrocedió un poco, tratando de esbozar la sonrisa más amable, pero sus mejillas calientes se sentían incómodas.

compartir; neymarWhere stories live. Discover now