ocho

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si a leo le darían la opción de poder dormir durante una semana entera, la tomaría al instante sin dudarlo: ese fue su primer pensamiento cuando despertó, un lunes por la mañana que se sentía cargado a pesar de lo temprano que era.

soltó un fuerte suspiro que se convirtió en un lloriqueo, dando vueltas sobre la cama mientras clavaba una almohada contra su rostro. la semana de exámenes comenzaba y con ella, horas largas de estudio que suele usar para jugar a la play o simplemente existir. no le costaba mucho estudiar, porque el contenido que puede llevar más de tres horas de lectura, lo resuelve en la mitad del tiempo; el problema era conseguir la motivación para comenzar. la play station encima de la mesita de la sala tentándolo mientras tenía que sentarse en el sofá a leer y resolver ejercicios era un gran problema para su débil sentido del estudio.

antes de que su cabeza se enfrascara en generar los más pesimistas pensamientos sobre la semana dura de exámenes que se venía, decidió salir de su cama y encaminarse a la cocina, sobando su abdomen mientras pensaba en algún desayuno decente que le brindara energías para el miserable lunes. con el celular en su mano desocupada, chismeó un poco sobre la vida de sus amigos mientras esperaba que los huevos hiervan totalmente.

"no sé por qué odian los lunes, si la vida es igual de miserable todos los días..." leyó el estado de whatsapp de dimaria, asintiendo de acuerdo con el mensaje que su amigo había publicado.

"otra vez lunes la concha de su– concuerdo" murmuró, repasando el meme que había publicado sergio en sus historias de instagram.

"aquí una de las maravillas del mundo y atrás la torre eiffel" leo suspiró cuando vio la foto que nicolás había publicado junto a su novia, caro, justo frente a la gran torre que representa a la capital francesa. "mamita, este no se cansa de presumir su linda vida amorosa" masculló mientras entraba al perfil de su amigo, corroborando que en la mitad de las imágenes publicadas aparecía la chica.

una sonrisa apareció en su cara sin poder evitarlo. le agradaba mucho ser testigo de la genuina felicidad que estaba experimentando uno de sus amigos más cercanos, quien en su momento había ayudado en el proceso de conquistar a su novia. dejó un like en la publicación más reciente y comentó un corazón blanco, asegurándose de demostrarse como el mayor apoyo de la relación.

volvió a revisar las imágenes una vez más, esta vez una por una y con atención. fotos en lugares turísticos fuera de la ciudad, fotos divertidas, besándose, simplemente posando como dos tontos enamorados. a su cabeza llegó la imagen de neymar, ¿a él también le gustaría tomarse fotos así? podía imaginárselo, el chico era gracioso y ahora sabía lo cariñoso que lograba ser. un cosquilleo agradable permanece en su vientre mientras sueña descaradamente con el brasileño y él en escenarios similares. el sonido de los huevos revoloteando en el agua hirviendo lo sacaron de su ensimismamiento.

su rostro enrojeció tan pronto como soltó su celular y se encargó de su desayuno. lo sucedido con el muchacho el día anterior lo había dejado anonadado sin sentido alguno, aunque el cosquilleo que aparecía en su pecho cada vez que recordaba la sensación de los dedos ajenos sobre los suyos y el aliento del otro contra su cabellera lograba arrebatarle risillas que lo avergonzaba; estaba portándose como un adolescente a esas alturas.

leo le había escrito para avisarle de su llegada a casa y unas manos en forma de corazón fue lo único que recibió de mensaje ayer. ligeramente ansioso por saber si neymar tenía algo más que decirle, esperó por otro mensaje más durante las pocas horas que le quedaba a la noche; pero un pequeño sentimiento de alivio apareció en él, porque la escasez de textos le permitió calmar el descontrolado latir de su corazón que no había podido regular desde el momento en que neymar lo había dejado.

compartir; neymarWhere stories live. Discover now