Capítulo 01

70 12 0
                                    

El destino de una persona es incierto...

Y siempre lo será...

Sin importar cuántos planes y sueños elaboremos y queramos ejecutar para alcanzarlos y hacerlos realidad, ya sea por cuestiones mayores, razonables e inexplicables, siempre se presentarán  imprevistos sucesos que, dependiendo de la perspectiva de cada quien, estas serán: buenas, malas, asombrosas, terribles... y mucho más.

La frase: 'Todo puede suceder' casi siempre es utilizada como un último recurso de posibilidad ante los hechos desfavorables o cuando la esperanza está por perderse...

Pero, ¿Qué sucede cuando todo lo que tenías en la vida eran cosas buenas y no las pierdes, únicamente eres tú a quien arrebatan todo eso, sobretodo siendo una persona buena?

La única pregunta en ese entonces es:

¿Por qué a mí?

Tienen más de una razón al momento de elaborarse dicha interrogante, y cualquiera que estuviese en su lugar no comprendería o lo tomaría como injusticia del mundo.

Y tomando esa perspectiva, justo en ese momento, el inexplicable suceso que la vida ahondaba a un grupo de jovencitas y que podría ser descrito como injusticia del mundo hacia su persona para algunas, era que todas fueron secuestradas y ahora estaban en un cuarto secreto en lo profundo de un buque marino en dirección a quien sabe dónde.

¿Quién diría que llegarían a estar viviendo esa situación...?

Y pensar que sus vidas eran casi magníficas y comunes días atrás, al menos para algunas.

El estruendoso sonido provocado por el golpe del garrote contra la férrea pared del buque las hizo sobresaltar de su sueño.

...: ¡Todas de pie! ¡Levántense, que aún es de día! — ordenó con voz fuerte el hombre a cargo. Que sabrían ellas si era de día o de noche; ni una pequeña ventana había en esa zona del buque — Hemos arribado. ¡En fila, de menor a mayor! ¡No hay tiempo que perder, así que dense prisa!

Todas las cautivas se apresuraron a acatar su mandato.

...: Antes de salir, advertirles que no se atrevan, menos, piensen en hacer algo para huir. Serían estúpidas, en toda la palabra, extremadamente estúpidas el considerar la idea de intentar escapar por instinto... Mas, si se encuentran en un lugar desconocido. Para no perder el tiempo, voy a anunciarles dónde se encuentran. ¡Bienvenidas a la nación de Dahli!... — Las pupilas de algunas se hundieron tras escuchar en dónde se encontraban, no por ahora saber que estaban en otra nación, sino por saber dónde se ubicaba — Están al otro lado del mundo.

Dando media vuelta sobre sus talones subió escaleras regreso a la cubierta seguido de las cautivas y dos secuaces que iban detrás de la última de ellas por precaución.

Apenas pisaron la cubierta, todas se cubrieron los ojos ante los aun rayos del sol resplandeciente y visibles.

No lo habían visto en... ¿Días... o semanas, talvez?

No tenía importancia, igualmente era imposible llevar cuenta del transcurso que estuvieron encerradas.

Tras recuperar el sentido de la visión se percataron del lugar que llegaron a arribar no era...

No, estaba muy lejos de su perspectiva del más vulgar lugar de la ciudad...

¡Estaban en el campo!

O eso indicaba la cantidad de árboles alrededor.

Las hicieron descender del barco para subirlas en dos camionetas diferentes que al parecer estaban esperando su llegada.

¿A dónde las llevarían esta vez?

YO NO DESEE ESTA VIDAWhere stories live. Discover now