D‐16

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Pov. Jennie

Los labios de Lisa infundieron hormigueo, vida vibrante en los míos.

Mi boca se aferró a Lisa, sus brazos me abrazaron, mi cuerpo se amoldó a ella.

Sabía que era una locura besar a esta mujer que en cualquier momento podría convertirse en Priya, pero no quería parar.

No pude parar.

Saber que Lisa tenía una enfermedad mental y que nunca podría tener todo de ella, saber que podría desaparecer en cualquier momento y ser reemplazada por una mujer que me odiaba, solo intensificó mi necesidad de tener tanto de mí como pudiera, mientras ella pudiera.

Lisa parecía sentir lo mismo, aferrándose a mí desesperadamente, besándome de una manera salvaje y apasionada totalmente fuera de lugar para una mujer tan controlada.

Las manos de Lisa se movieron debajo de mi chaqueta, acariciando la fina seda de mi blusa, lo único que separaba su piel de mí y deseé que la tela no estuviera allí.

El cuerpo de Lisa contra mí se sentía duro y capaz, y mi lengua invadiendo su boca sabía a chicle de menta verde.

Mis manos se cerraron alrededor de su cuello.

Quería relajarme entre sus fuertes brazos, olvidar la realidad que nos rodeaba.

Pasos y jadeos sonaron detrás de nosotras.

Ella se apartó de mí, mi corazón ya acelerado se estaba volviendo aún más salvaje.

Un corredor pasó corriendo.

-Sólo un corredor-le dije.

-Por un segundo pensé..-Lisa se interrumpió, pasando una mano temblorosa por mi frente.

-Lo sé. Yo también lo pensé.

Mis ojos buscaron en Lisa respuestas que sabía, que no tenía.

-Por un minuto pensé que era, Priya.

-Me temo que ella solo existe aquí arriba-Lisa se golpeó un lado de la cabeza y sonrió irónicamente, sin humor.

Me estremecí lejos del recordatorio.

Era tan fácil olvidar que una mujer a la que temía, una enfermedad a la que temía, vivía en el cerebro de esta mujer que me atraía tan increíblemente.

Y después de ese beso abrasador, quería más que nunca olvidar.

Mientras mi mente me señalaba la realidad, mi cuerpo anhelaba más de Lisa... más besos, más caricias... más.

-Será mejor que regresemos-dijo Lisa-Pronto oscurecerá.

Extendió una mano hacia mí tentadoramente, luego frunció el ceño y la dejó caer.

-¿Qué estoy haciendo? Tomo la resolución de mantenerme alejada de ti con la esperanza de mantener alejada a Priya, luego lo siguiente que sé es que estamos caminando juntas por el sendero del lago y te estoy besando como una adolescente que no puede controlar sus hormonas.

Lisa se alejó de mí y comenzó a bajar por el camino por el que vinimos, pero no antes de que vislumbrara la expresión de autodesprecio en su rostro.

Corrí tras ella, alcanzándola para caminar junto a ella.

-No te alejé exactamente-le recordé-De hecho, fui yo quien te invitó a encontrarte conmigo aquí.

Lisa metió las manos en los bolsillos y siguió caminando.

-No tenía que venir. Sabía que no debía hacerlo.

Doppelgänger/Jenlisa(G!P)Where stories live. Discover now