YOONGI
"―Por favor ―rogó―. Necesito sentirte dentro de mí ahora. Ha pasado demasiado tiempo ―declaró Christian a Sam antes de tomar el asunto en sus propias manos, agarrando su pene duro y guiándolo a su vagina mojada. Queriendo que estuvieran completos, una vez más, nunca apartarse del único hombre que había amado. Que volvería a amar.
―Te daré lo que quieres. Solo dame lo que quiero ―exigió Sam, alejándose un poco de él, con la cabeza de su pene apenas tocando su apertura. Sabía lo que quería y estaba harto de pelear contra estos sentimientos. Encontraría una manera de hacer que funcionaran, sin importar cuán diferentes fueran sus mundos.
―Te amo. Solo a ti ―le dijo las palabras que quería porque eran verdad. Sabía eso en su alma.
Samuel se empujó a casa, en su cuerpo acogedor, su pene duro tan hambriento de Christian como él."
La respiración pesada a través del teléfono me saca de mi narración
―Señor Jeon, ¿está bien?
―Jeongguk ―gruñe, sonando irritado conmigo―. Dilo.
―Jeongguk ―susurro. Me ha estado corrigiendo desde hace meses, pero por alguna razón siempre le sigo diciendo "Sr. Jeon". Me recuerda quién es, que no es un amigo con el que estoy hablando por teléfono. Es un cliente y nada más, no importa lo que mis fantasías nocturnas me digan.
Escucho un gruñido, entonces la línea se queda en silencio. Me pregunto si está enojado conmigo y me maldigo por dentro. Tenía un trabajo estable antes de empezar a narrar libros para su compañía, All for You, pero con él ofreciéndome más y más proyectos, ha sido mi único cliente durante más de dos meses. Suena tonto y estoy seguro que puedo conseguir más proyectos en otros lugares, pero me gusta trabajar para él. Maneja las cosas un poco diferentes a la mayoría de los clientes con los que trabajo, pero me gusta su manera. Parece que me gustan un montón de cosas acerca de Jeongguk, a pesar de saber muy poco de él.
El silencio cuelga en el aire mientras espero a que hable de nuevo. Sus palabras me hacen cosas que no debo sentir. De alguna manera me aferré a él recientemente. Esperando nuestras llamadas diarias que ahora se han vuelto una pequeña obsesión, que estoy seguro que mi madre me diría que es tan poco saludable como mi falta de vida social.
―Hmm ―digo entre dientes, tratando de romper el incómodo silencio. No puedo soportar la tensión, pero todo lo que escucho es su pesada respiración, algo que me recuerda los muchos libros eróticos que he leído. El héroe soltaría un jadeo de aliento en el oído de la heroína o héroe, en mi caso, después de una ronda dura de sexo. Es un sonido que en realidad nunca he escuchado, pero me encuentro imaginando cómo sería si Jeongguk hiciera el sonido en mi oído, su cuerpo encima de mí.
―Creo que es suficiente por hoy ―dice finalmente, su voz profunda rodando sobre mi piel como una caricia áspera y caliente, como siempre hace cuando habla conmigo. Si alguien debe estar narrando un libro, es Jeongguk. Tiene una voz como nunca he escuchado antes y he escuchado muchas en mi línea de trabajo. Voces que se supone que son las mejores, pero que no son nada especial en comparación con la de él.
―Está bien, señ...Jeongguk ―me corrijo rápidamente, una vez más, haciéndome ver como un tonto incompetente que no puede recordar nada―. Voy a hacer que el libro de Scott sea enviado esta tarde. Solo unos toques más y termino. Después, voy a empezar este nuevo, si te gusta la muestra que acabo de hacer.
A Jeongguk le gusta hacer las muestras a través del teléfono y también le gusta hacer la revisión a diario de mi estado en el proyecto, algo que no es normal con el trabajo de audio. Casi todo se podría hacer por correo electrónico, pero Jeongguk dice que le gusta hacerlo de esa manera. Por lo que me está pagando para darle voz a sus audiolibros, estoy feliz de pasar por el aro de sus proyectos. Bueno, eso es solo parcialmente cierto. Me gustaría atravesar los aros, pero nuestras llamadas telefónicas significan más para mí que solo trabajo.
