Capítulo nueve

1.7K 154 6
                                    


YOONGI

―Eso fue... ―me callo, buscando por las palabras para lo que era eso. Mi cuerpo se siente como gelatina, y no tengo deseos de dejar este lugar por el resto de mi vida. Su polla todavía esta acunada dentro de mí, tan dura como estaba cuando entró por primera vez.

―Perfecto ―termina Jeongguk por mí, atrayendo mis ojos a los suyos. Veo un fuego bailando en sus profundidades azules. "Perfecto" funciona, pero es más que eso.

Todo esto se siente... como que cambia la vida. Sostiene mi mirada en la suya, sin apartarla mientras me da un claro vistazo de su cara. El fuego le da brillo a la habitación, dejándome ver todo lo que ha intentado ocultar.

No quiero esconder. Estoy cansado de este juego. Justo como cuando me desnudé y fui tras él, voy a dejar las cartas sobre la mesa. Todo o nada. No puedo volver a lo que teníamos antes. Ni siquiera solo trabajando para él, pero siendo forzado a tener llamadas diarias con él y no estar con él me partiría en dos. No hay vuelta atrás. Sólo me lanzaré sobre el acantilado y rezaré porque me atrape.

―He deseado esto por tanto tiempo. ―Sus ojos se abren un poco por mis palabras como si estuviera sorprendido por estas. Cómo es que no lo entiende, no tengo maldita idea. Cualquier persona con sangre en las venas lo desearía. Es hermoso de una manera ruda y masculina. Sus cicatrices sólo le añaden a todo su atractivo. Después de todas las novelas de romance que he leído, parece que he encontrado a mi propio héroe taciturno, dulce y asustado. Quiero quedármelo, y quiero que quiera quedarse conmigo, también.

Dijo cosas cuando estábamos haciendo el amor. ¿Cuánto de eso fueron palabras del calor del momento y cuánto fue verdad?

―Te he deseado desde la primera vez que escuché tu voz. Antes de siquiera saber que existías ―admite. Las palabras que me dijo cuando estábamos haciendo el amor suenan a través de mi mente. "Háblame, Yoongi. Dime todas las cosas que quieres que te haga. Soy adicto a tu voz".

― ¿Eres adicto a mi voz?

Resopla una risa.

―Sí. ―Nos hace rodar a los dos y quedó debajo de él de nuevo―. Tu voz es donde comenzó. Ahora creo que soy adicto a cada parte de ti. Tus ojos, tus labios, tu inocencia, tu cuerpo y la forma en que puedes hablar durante horas y horas y sólo dejarme escuchar. La forma en que te acomodas en silencio y la forma en que tu respiración hace ese pequeño salto cada vez que haces una narración y el héroe dice "Te amo". Todo eso. Cada parte de eso. Podría seguir durante días.

―Pero tu... ―Busco en mi cerebro, tratando de unir todo. Mucho de esto parecía sólo en una dirección por tanto tiempo–― No pensé que me querrías.

― ¿Esto se siente como que no te quiero? ―Su polla se desliza fuera de mí un poco y empuja de nuevo dentro.

―Eres un hombre. El viento te pone duro ―bromeo, moviendo mis caderas, queriendo que lo hiciera de nuevo.

―No me había puesto duro desde el accidente hasta que escuché tu voz. Ahora parece que no puedo des-endurecerme. ―La sonrisa en su rostro me hace saber que esto parece que no le molesta ni un poco.

Eso no debería hacerme feliz, pero lo hace. Que tenga alguna especie de poder especial; que sólo yo pueda hacerlo venirse, me complace.

― ¿Qué sucedió? ―Alzo la mano y toco sus cicatrices, y él se inclina hacia mi palma, ansiando mi toque.

―Lugar equivocado, momento equivocado. Me golpeó un auto.

―Oh, Dios. ―El horror llena mi voz, pero él pasa su pulgar sobre mi mejilla, tranquilizándome.

cálida navidad ; kookgiWhere stories live. Discover now